Estamos en noviembre
es el mes de los difuntos,
en el que al cementerio
acude toda la gente.
La revista Adiós
ha decidido este año,
otorgar el primer premio
a Montánchez, a su
cementerio.
Ya pueden estar todos los
finados
Muy alegres y dispuestos,
a cantar y bailar muy
contentos
en todo lo alto del cielo.
Ahora que se lleva el turismo
funerario
Montánchez, con su
camposanto,
y el sepulcro prerromano de
Almendralejo
nos pueden servir de
reclamos.
Sin contar con los
cementerios
musulmanes, alemanes e
italianos,
que son un verdadero
atractivo
y un importante potencial turístico.
Cuentan e un paisano zarceño
gran bebedor de cerveza
Cruzcampo,
que ordeno a sus amigos
por la fábrica de esta
cerveza esparcieran sus polvos.
En una tumba de Granada
las novias casaderas,
colocan ramos de flores y rosas
para no tener accidente el
día de la boda.
En el cementerio cacereño
hay una lápida de la que sale
una mano,
con el dedo corazón destacado
y tieso
vacilando al deudo, a
cualquier deudo.
Abundan las historias
curiosas
de fallecidos llenos de
manías,
que no les faltaba la
chispita de gracia
ni a la hora de la partida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario