El amor de madre a hijo
debe ser de los más bellos,
cargados de nobles
sentimientos
hasta el fin desde el
nacimiento.
No puede haber cariño mayor
ya que la madre es la que te
engendró,
durante nueve meses con más o
menos dolor
y durante toda su vida te dio
todo su amor.
Ante todo y por siempre
de tus mayores aprende,
porque no hay más que una
madre
y debe ser para siempre.
Ahora estamos a tiempo
a nuestros errores ponerles
remedio,
mejor que cuando se hayan ido
decir que buenos han sido.
La vida es muy corta
debemos de ser optimistas y
no pasotas,
rodearnos de buenos momentos
sacando todo lo bello que
llevamos dentro.
Con un fuerte abrazo y beso
te escribo estos versos,
que los años venideros
estén repletos de cariños
verdaderos.
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