La vida son tres noches y un
despertar
en el que se disuelve todo
es un caprichoso aforismo
de la tradición oral magiar.
En el agua del océano sumergirse
el silencio que en ese
momento se siente
el ritmo del mar en el que
todo es diferente
se necesita un poco de calma
y ser más prudente.
Hay que tener mucha prudencia
para pensar en nuestra vida
con poca inocencia y mucha
picardía
para huir de sutiles ironías.
El despotrique y la crítica
destructiva
suponen la mayor parte de la
conversación diaria
cargadas de ideas negativas
destruyendo amistades y
familias.
Y es que esta vida es tan
corta y efímera
con un ritmo acelerado, lleno
de prisas
este verano debemos sentarnos
en una terracita
fomentando la amistad con
unas cervezas fresquitas.
Es un placer para un grupo
minoritario
como el que hace arte, música
y poesía para pocos
los que lo entienden son los
elegidos
y están cargados de nobles y
bellos sentimientos.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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