Era un veintitrés de agosto
por fin llego el esperado
momento
de tan deseado encuentro,
entre el joven alumno
con el veterano maestro.
Entre el aprendiz de brujo
y el brujo mayor del reino
Adrián, aspirante a
escribidor
Lino, experimentado profesor.
Quedamos en el Tendido de Sol
a las trece treinta más o
menos
a la hora del almuerzo,
llegamos a la par, al unísono
un gran abrazo nos dimos de
recibimiento.
Sentados en la terraza
con vinos de pitarra y
cervecitas frescas
la tertulia se hizo más amena
prolongándose hasta la hora
de la sobremesa.
Cuál sería mi sorpresa
al recibir el obsequio de dos
obras maestras
palabras de Lino en libro y
en C.D.
y antología de autores
extremeños: Letras para crecer.
Charlamos durante bastante
rato
de todo un poco, de lo divino
y de lo humano
de nuestras mujeres y de nuestros
hijos
pasamos un momento muy ameno
y divertido.
La experiencia ha sido
inolvidable
el conocer a Lino, este
insigne personaje
de su experiencia y sabios
consejos
deseo poco a poco ir
aprendiendo
de sus letras y sus versos,
por ser para mí un admirado
maestro
sus escritos y escuchar sus
C.D
no me canso de oir y leer.
Quedamos en volvernos a ver
acompañados cada uno por
nuestra respectiva mujer,
a la despedida un fuerte abrazo
deseando vernos pronto y
pasar un buen rato.
A Lino Floriano Corbacho
con mi admiración y respeto
como gran profesor y maestro,
al que mucho aprecio y quiero
le dedico las letras de estos
versos.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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