Finales de agosto, día
veintinueve
así que pasaron noventa día y
noventa noches
han transcurrido ya tres
meses,
en qué hiciste la maleta y
sin decirme adiós
tu presencia me abandono y
solo me dejo,
por más que me pregunto no
encuentro la razón
para dejarme así sin una
explicación.
Embarcaste en un velero
surcaste mares y océanos
en busca de otros puertos,
haciendo guardia con los
luceros
aterrizaste en el cielo.
Ahora que son las fiestas de
San Ramón Nonato
habríamos salido a tomar
juntos
unos chatitos de vino
para mí solo y para ti un
manchadito
con ricos y variados
aperitivos
desde casa Bravo, El Cordel y
el Divino.
Veo que sonríes por lo bajino
eres algo tuno y muy pillino,
haciéndome un gesto y un
guiño
característico de Cuartillo,
me cantas al oído
uno de tus fandanguillos.
Marchaste a realizar una gira
sin billete de vuelta, solo
es viaje de ida
pero tú sabes padre mío
que donde yo esté, tu
recuerdo siempre estará conmigo.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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