Dice un refranero dicho
que en agosto enfría el
rostro
pero este año que parece del
revés
el mes de julio lo hizo
también.
Han sido cuatro días de
calores
estamos ausentes de sus
rigores
los que no hemos podido ir a
piscinas ni playas
podemos decir que estamos
encantados
con este clima, con su
bonanza.
Dicen los dueños de
chiringuitos y terrazas
que este verano se han
resentido sus arcas
pues al no hacer temperaturas
altas
la gente ha salido menos de
sus casas
y se han gastado menos plata.
Muchos extranjeros vienen a nuestra
Patria
a disfrutar del calor de
nuestras playas
pero se dedican a dar largos
paseos
gastan menos dineros
al pasar más tiempo en sus
apartamentos.
Ahora cuando llegue el
invierno
comprobaremos el tiempo que
va haciendo
posiblemente nos siga
sorprendiendo
del globo terráqueo su
calentamiento.
Sera el cambio climático
por lo que el tiempo se está
volviendo loco
será que el hombre es el
mayor depredador
siendo el único culpable de
su propia destrucción.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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