Escribo relatos reales y
otros inventados
de acontecimientos presentes
y pasados
más difíciles me resultan los
del futuro
por no tener aún dotes de
adivino.
Unos son de risa, muy cómicos
otros son fuertes y trágicos
entremezclando la vida con la
muerte
los actos fortuitos y la
suerte.
Otras veces son como una
especie de cuentos
que salen de subconsciente o
me los invento
otros son realidades como la
vida misma
para reir sin parar o para
morirte de risa.
Compruebo con el paso del
tiempo
que es más difícil hacer reir
que llorar
y así en cada preciso momento
la realidad de la vida debo
afrontar.
Los días transcurren tan
deprisa
desaparecen cual una ligera
brisa
que ocultándose entre la
maleza
a ver si llega alguien y se
la lleva.
Las hojas empiezan a caerse
de los arboles
no me gusta nada este pequeño
detalle
no sé si será por enfermedad
o anunciando el otoño
que ya parece encontrarse
bastante próximo.
Pronto me deprimo y me dan
las neuras
sofocos, pálpitos y algún
dolor de cabeza
será la andropausia que se me
avecina
y así aquí no hay quién viva.
Y con ésta sutil ironía
que en muchos de mis relatos
me caracteriza
sin prisa pero sin pausa
cojo el abanico para los
rigores de las calmas.
Soy un aspirante a escribidor
que plasmo relatos y cuentos
con mucho cariño y candor
y hasta con una chispita de
humor
y a mis lectores entretengo.
De forma gratuita y sin
cobrarles dinero
con mucho encanto y
divertimento
mis campanas hecho al viento
sin organizar ningún tipo de
revuelo
solo por disfrutar
personalmente en cada momento.
Cantando como un soberano
las verdades del barquero
si te quiero o no te quiero
como el cariño verdadero.
Como un alegre pregonero
con mi traje de gala y
sombrero
voy pregonando al mundo
entero
que mis versos son sinceros.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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