Dicen que marchó de gira
a cantarle a las estrellas
en un viaje de ida….pero sin
vuelta,
otros dicen que marcho sin rumbo
cierto
a un tour mundial por el
universo.
Dicen que llegó hasta el
mismísimo cielo
que le han hecho un contrato
eterno
del que no ha podido negarse,
y no le ha quedado más
remedio que quedarse
pero siempre está en nuestros
corazones
enamorándonos con sus cantes.
En éste verano en los
atardeceres
dicen verlo de paseo por los
Arenales
otros dicen verlo por la
dehesa
con su gorra y garrota tan
chulescas.
Con sus lentos andares
pero de tan hondas huellas
amigos por cualquier parte
muy propio de la estirpe
Cuartilla.
Siempre con su bastón en la
mano
cantándote soberano
como alegre pregonero
la letra de un buen fandango
zarceño.
Otros oyen cantar al Calderas
bellas canciones a la villa
de la Zarza
canciones que le salen del
alma
dedicadas a ése pueblo que
nunca le olvida.
Dicen que ven al Piyayo
en sus paseos mañaneros, a
diario
andando tranquilamente por la
Zarza
por cada uno de sus rincones
y plazas.
Otros dicen que oyen a Farina
con su voz templada y
cantarina
cuando van para el rio, a la
Isla
cantar por fandangos y bulerías.
Pero yo lo escucho a cada
momento
con su humor particular y
gracejo
cantando por lo bajini un
buen fandanguillo
como solo él sabía hacerlo al
estilo Cuartillo.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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