MI
VIDA EN EL CAMPO
No
hay mejor cosa
que
irse a vivir al campo
para
componer versos y prosa,
el
aire puro que respiro
no
lo cambio por nada del mundo.
Huyo
del medio urbano
y
en las estribaciones de Gredos me refugio
en
mi casita en el campo,
con
mi pozo de agua fresca y mi huerto
en
un ambiente relajado.
Si
me mantengo activo
ni
de coña me aburro
buen
ambiente en el pueblo,
rodeado
de grandes amigos
los
mejores del mundo.
También
de vez en cuando
voy
a Cáceres para realizar ensayos
con
el Orfeón Cacereño,
al
cuál hace años pertenezco
para
ofrecer emotivos conciertos.
Cuando
me instalé en el campo
compuse
mis prosas y versos más tranquilos
porque
me lo pedía la cabeza y el cuerpo,
y
como la idea me ha encantado tanto
no
me importaría ofrecer un recital literario.
En
vivo y en directo
desechando
todos los nervios
como
si fuese un concierto,
y
que cada uno de mis versos
fuese
como una brisa de aire fresco.
Acabo
de terminar mi último libro
muchos
de mis escritos
son
de crítica a los políticos,
que
tanto daño nos están haciendo
y
nos están volviendo tontos.
Creo
que el paso del tiempo
a
escribir un poco mejor me ha enseñado
lo
mismo en verso que en prosa,
a
contar historias un poco más completas
mejor
descritas y enmarcadas.
Ha
habido cosas acertadas
y
equivocaciones muy gordas
con
la perspectiva que da el paso del tiempo,
he
aprendido y me he reinventado
pero
no me arrepiento de mis escritos.
Los
aciertos y desaciertos
de
mis primeros versos
de
pensarlos no me daba tiempo,
pues
iba un poco a lo loco
pero
creo que son los más sinceros.
Mi
vida en el campo
me
sienta como un guante
y
como soy un Cuartillo legítimo,
que
más puedo contarles
que
soy de pata negra y auténtico.
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