Renegar o Apostar
Reniego de los
que rezan un padrenuestro
antes de realizar el coito
para que el polvo sea santificado.
Reniego de los
que se dan golpes de pecho
de confesión y comunión a diario
como los santitos del pueblo.
Reniego de los
que santifican los días de fiesta
siendo los días de diario como las
malas hierbas
que mucho crecen aunque no se las
riega.
Reniego como
hacía Jesús el Nazareno
de los llamados fariseos
que nunca predicaban con el ejemplo.
Apuesto y
prefiero ir al infierno
como decía el abuelo Alfonso,
ya que debe ser más divertido
que allí arriba en el cielo.
Apuesto por un
pacto con el Diablo
para disfrutar en el Averno,
y a todos estos tan santitos
que los parta un rayo en directo.
Apuesto por
los que vamos con la verdad por derecho
de esos que ya quedamos muy pocos,
aunque nos cuesta el pellejo
y perezcamos en el intento.
Apuesto por
denunciar tanto mamoneo
entre políticos y gente del clero,
que nos amenazan con el desahucio
y con las llamas del infierno.
Entre saber renegar
o atreverse a apostar,
es la triste realidad
y el quid de la verdad.
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