Ansias de libertad
En el ocaso de la vida, cansado de
falsos prejuicios, dando una larga torera se puso el mundo por montera, cerró
los ojos, abrió sus brazos y voló al fin libre como el viento.
La libertad que bonita palabra para en
un marco poderla enmarcar, rogando todas las mañanas que nunca la echemos en
falta.
Quisiera un día no muy lejano poder
gritar a los cuatro vientos, que pudo arrancarse las cadenas que le tenían aprisionado
a ésta condena y encontrar por fin la tan ansiada libertad.
La libertad que don más precioso
sentimiento noble y hermoso,
que el que se encuentra prisionero
le echa mucho de menos. (Adrián Sánchez ).
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