La lluvia en Villanueva
La lluvia
en Villanueva
huele a
piedra antigua,
cuando moja
las callejuelas
de su
preciosa judería vieja.
El ruido
del agua que cae de sus tejas
la expulsión
de los judíos nos recuerda,
los llantos
al cerrar con llave sus puertas
hacia un
destino incierto en su partida.
Oir el
murmullo de las regueras
al discurrir
por sus calles desiertas,
el frio que
hace en sus plazuelas y rincones
escuchando el
ruido cantarín de sus fuentes.
Las niñas
saltan a la comba
los chicos
juegan a pídola,
las jovencitas
escuchan cantar a los mozos
melodías de
enamorados.
La lluvia
en Villanueva
huele a
bodegas, tinajas y pitarra,
y a los
acordes de laudes y guitarras
cantes de
rondeñas y bailes en medio de la plaza.
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