El miedo
En ésta tarde en que la oscuridad se
hace notar antes de lo acostumbrado, quizás debido a que empieza a soplar un
fuerte viento que hace que los pájaros se refugien en sus nidos antes de
tiempo, los perros más que ladrar parecen aullar como lobos y es que una fuerte
tormenta azota esta tierra cacereña, sobresaltado atranco puertas y ventanas y
me tomo un te sentado en la mesa camilla leyendo microrrelatos.
Con lo que me cuesta hablar en
público y esta tarde además de esto debo de conocer a personas nuevas para
realizar un taller de microrrelatos, solo de pensarlo me dan sudores y mi mano
tirita cuando me lanzo a escribir lo que pienso. Es todo tan incierto, pero
creo que al final será como un feliz cuento.
La angustia y la sinrazón se apodera
de mis pensamientos en esta noche, mañana tempranito debo acudir a recoger unas
pruebas médicas y esto me impone un montón.
Aunque no soy de carácter aprensivo,
todo lo contrario soy alegre por naturaleza, desde que me levanto de buena
mañana mi voz cantarina se escucha por todos los rincones de la casa, pero como
dice un dicho: las ulceras van por dentro y no se ven.
No me asusta el dolor físico, ya que
tengo mucha capacidad de aguante y resistencia, lo peor es darme cuenta que un
día pueda ir perdiendo la cabeza y esto sí que me trae de cabeza.
El miedo es natural en el prudente y el saberlo vencer es ser valiente.
( Alonso de Ercilla ).
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