XLV
Ver del sol una
hermosa puesta
en este paraje
de singular belleza,
es solo un
aperitivo
por haber sido
un afortunado al descubrirlo.
Como no tengo
ninguna prisa
por delante
tengo toda una vida,
iré cada uno de
los días
disfrutando de
todas sus maravillas.
Por las mañanas,
muy temprano
salgo a pasear
por su hermoso campo,
por una empinada
y estrecha senda
trepo hasta lo
alto de la sierra.
A lo lejos
diviso unos excursionistas
que van atravesando
unas nevadas pistas,
hasta unas
juguetonas cabras hispanas
corretear por la
ladera de la montaña.
Qué bello es
contemplar
la flora y fauna
de éste lugar,
disfrutando en
cada instante
de la
frondosidad y espesura de sus bosques.
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