XXI
Suenan compases de música
melódica
de las de empuje, erótica,
es lo que hace relajarme
en esta ventolera tarde.
Escuchando estos compases tan
ardientes
que bellos recuerdes acuden a
mi mente,
en aquella pista de verano
estar toda la noche bailando.
Con pasitos cortos
bailamos música de boleros y
tangos,
y algún que otro fado
con hermosas letras de
enamorados.
Mis labios en tus oídos musitando
palabras de amor
que salían del fondo de mi
corazón,
tú me correspondías con una
pícara mirada
y una tierna sonrisa.
Nuestros cuerpos tan pegados
con susurros y tiernos
abrazos,
la orquesta había finalizado
pero nosotros seguíamos
danzando.
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