XIII
Cuando te sientas triste y apenada,
creas que estas más sola que la una
lo veas todo oscuro y negro,
a tus ojos acudan lágrimas por las dificultades que has pasado.
Cuando creas que no hay nadie
en éste mundo más sola y desgraciada, por tu reloj sean las dos y no paras de
darle vueltas a la cabeza, veas como lo del derecho se vuelve del revés.
Cuenta una, dos y tres y sigue
hasta diez y piensa que es el momento de salir de casa y echarte a correr,
llora con fuerza todo lo que puedas y grita toda tu rabia a los cuatro vientos.
Sal a dar una vuelta por el
campo, deja la llanura y trepa por esos recovecos
partochos, súbete hasta lo
más alto rodeándote de tanta belleza, desapareceran todas tus neuras en apenas haya
pasado un rato.
Es un remedio infalible y muy
barato que a todo el mundo recomiendo, observas el vuelo de los pájaros, el
verdor de los bancales y prados, los árboles en plena floración.
El torrente de agua de sus gargantas
y regatos, la nieve en lo alto de la sierra, rodeado de esta salvaje naturaleza
te sentirás en un momento feliz y aliviada.
Contemplando tanta belleza
ayer tuve un sueño, alto como el cielo, en una luminosa mañana de la comarca
verata, te vi asomada a la venta al amanecer de un nuevo día y los luceros se
iluminaban con tu bonita sonrisa.
Qué bonita es la primavera
cuando llega, el clavel que tienes en tu ventana me hace recordar la Vera Alta,
los nublados han pasado y todo lo que era oscuro lo verás de color, desaparecen
lágrimas y llantos y empezaras a respirar amor.
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