XCVI
Noche de San
Lorenzo
toda llena de misterio,
cuajada de
estrellas
de encantamientos
y meigas.
De princesas y
sapos
y de besos
robados,
de alguna que
otra bruja malvada
como aquellos
cuentos que de pequeños nos contaban.
De reinas y príncipes
azules
de caballos
tirando de carrozas reales,
bodas en las que
se comían perdices
como en los cuentos
con finales felices.
Las estrellas
fugaces
corrían por
todas partes,
en un cielo
resplandeciente
que ilumina la
corteza terrestre.
Noche de San
Lorenzo
para salir al
encuentro
y deshacer el
encantamiento,
a recibir dulces
besos
de jóvenes enamorados
como el de la
princesa y el sapo del cuento.
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