LXXXI
Después de una
noche Toledana
aunque ha sido
en la Vera Alta,
que estos
calores veraniegos
me están alterando
el cerebro.
Sin ningún tipo
de discusión
se me nubla la
razón,
y hasta mi flácido
miembro
empieza a
resucitar por momentos.
Será que la
ligereza de ropa
hace animarse a
toda la tropa,
hasta cualquier
soldado raso
llega a creerse
ascendido a cabo.
Mi virilidad se
anima
cuando voy a la
piscina,
si me acerco a
los charcos
como tarzán me
siento todo el rato.
Después de una
noche Toledana
aunque ha sido
en la Vera Alta,
tengo todo el
verano de por medio
para contaros
estos irónicos acontecimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario