No comprendo que me llamen
asesino
por escribir un poema
taurino,
compuse unos versos toreros
versos
sin haber pisado de la plaza
el ruedo.
La libertad de expresión debe
ser innata
para cada uno de los
demócratas,
¿ tienen más derechos los
animales qué las personas ¿
las opiniones pueden ser diversas
y encontradas.
La creatividad de una faena
taurina
es una obra de arte, está
fuera de toda duda,
y que esta arbitraria e
ilegal censura
pueda acabar en un acto de
locura.
Focalizar el maltrato animal
afirmando que los aficionados
disfrutamos de éste mal,
es de una inaceptable doble
moral
sojuzgar de los taurinos su
libertad.
Lo que reivindica la lidia
es una manifestación artística,
desde hoy me declaro
torerista
por el arte y la audacia de
los toreros en la plaza.
Estas leyes que protegen a
los animales
como si fuesen príncipes,
pero no a los toreros
no me parece del todo tan
estupendo.
Con toda humildad y respeto
acepto las críticas a mis
escritos y versos,
pero no me llamen asesino
por haber compuesto un poema
torero.
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