TIEMPOS
DE TRILLA
Era mi pueblo un terreno de secano
qué pena con lo cerca que tenía el pantano
vivían nuestros antepasados
de cosechar cereales en grano.
La siega y la trilla
se hacían manualmente
unos a jornal, otros a fanega suelta
el campo fértil espera el trabajo de los hombres.
Ha llegado el momento
de la siega del trigo, cebada y centeno
que permitirá a las gentes de nuestro pueblo
subsistir a lo largo del año entero.
Las hoces y guadañas segando
es un trabajo duro y pesado
pero siempre hay tiempo para el almuerzo
y para echar un trago y liar un cigarro.
Aquellos tiempos pasados
las espigadoras por los rastrojos
separando el grano de la paja
de acarreo, de la era y la parva.
Tragos de agua de botijos
esperando el gazpacho de las cinco
la trilla era cosa de los abuelos
y de paso divertían a los nietos.
En el momento de la trilla
hay que separar el grano de la paja
los mayores rastrillan el trigo
los pequeños sirven de peso para el trillo.
Labores duras del campo
como homenaje a nuestros antepasados
que con una yunta de mulas y un carro
trabajaban de sol a sol con la fuerza de sus manos.
Aquellos padres y abuelos
tenían una piara de muchachos
pero eran muy felices a su modo
con un plato caliente y de pan un coscurro.
La cosecha termina con una fiesta
en los que los jóvenes se cortejan
intentando encontrar pareja
y los niños corren aventuras veraniegas.
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