Semana Santa cacereña
procesión del Beato Spínola,
al compás de tambores y trompetas
en una noche de frio muy intensa.
Ver salir del recinto
la imagen del Ecce Homo,
el paso de los costaleros
con tanta gracia y salero.
Semana Santa cacereña
repleta de gentes forasteras,
con devoción y recogimiento
exteriorizando el fervor que llevan dentro.
El canto de una saeta
de una garganta con voz quebrada,
pero con tanta fuerza y pundonor
que me hace llorar de emoción.
Semana Santa cacereña
sangre, sudor y lágrimas,
unas penitentas descalzas
una pesada cruz y cadenas arrastran.
La procesión se alarga
hasta horas muy altas,
los vivas se suceden uno tras otro
al levantar los costaleros la imagen del Hecce Homo.
Al doblar una esquina, a la vuelta
la voz de una mujer muy bella,
entona una brava saeta
que hace gemir hasta las piedras.
Semana Santa cacereña
de hondos sentimientos llena,
en ésta penitente noche
repleta de emociones.
Entre aplausos y vítores
se emocionan nuestros corazones,
una vez que vamos de regreso
a llevar la imagen al templo.
Semana Santa cacereña
para nunca olvidarla,
muy bella y emotiva
declarada de interés turístico.
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