PRÓLOGO
Dicen que hay acontecimientos que cambian la historia
de una generación y, sin duda, la pandemia del coronavirus es ya el catalizador
de un giro en el rumbo de la humanidad.
Quien nos iba a decir el día tan feliz que pasamos en
Alcántara, que al regreso nos esperaba el confinamiento en nuestras casas y
tener que pasar tantos días invadidos por la melancolía, en nuestro encierro
empezamos a valorar las cosas bellas que tiene la vida.
Pensando y deseando que todo va a salir bien
afrontamos nuestra cuarentena en la que hemos cambiado risas por penas, el
distanciamiento de familiares y amigos nos da que pensar y de alarma son
suficientes motivos.
Mientras tanto la suerte está echada, se han repartido
todas las cartas de la baraja, por las calles pasea a todas horas La Parca
deseando llevarse a diario la barca llena de almas.
Calles vacías, paseos solitarios, quién nos ha robado los
besos y abrazos en marzo y abril que nos dábamos con la familia y amigos en el
contacto diario, el futuro no es dentro de unos años, el futuro ya está aquí.
Mientras tanto este grupo de Los Rurales intentamos en
nuestro confinamiento, a través de las redes sociales divertirnos lo mejor que
podemos, retozando como cuando uno era un chaval, intercambiando fotos, videos,
chascarrillos que sirven para reforzar nuestra amistad.
Tablas de gimnasia, aplausos en la terraza todas las
tardes a las ocho, carreritas por los pasillos y en los dormitorios, sin que
nos falte todos los días la hora del aperitivo y en la cocina preparando sabrosas
comidas y algún que otro rico bizcocho.
Tareas domésticas, lectura y un ratito de siesta para
que la tarde se más amena, hasta la hora de los cotilleos y telenovelas, finalmente
con las hijas y nieta videoconferencia que alegra nuestras penas.
Sin dejarnos hipnotizar por la paranoia y urgencia
estamos aprendiendo sobre la marcha a éste corona virus darle la vuelta,
combatiendo mis oscuros pensamientos sabiendo que vamos a salir de todo esto
como aquél ilustre Quijote manchego luchando contra los molinos de viento.
Ahora que España entera está de luto llorando por sus
difuntos, creo que ya vendrán tiempos mejores y cambiaremos corona virus por
rosas multicolores.
Para mis amigos y familia quiero dedicar estas letras
llenas de esperanza, con la certeza que de esta pandemia saldremos y muy pronto
volverán nuestros abrazos y besos.
Cáceres, veintidós de abril de dos mil veinte
Adrián Sánchez Blázquez.
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