APRENDIENDO
DEL MAESTRO
Como
dice Sabina: Entre tanto erudito y poeta me siento un impostor, pero siempre me
ha gustado sentirme así, en esta impostura, asistir a las fiestas a las que no
he sido invitado.
Me
gustaría ser el poeta de la calle, del humo de los bares, de las putas y los
homosexuales y porretas, intercalar mis versos como si fuese un concierto a
capela del Serrat y el Sabina en alguna plaza de toros dando el do de pecho,
como si fuese una olla a presión cargada de versos, ovaciones y melodías
tristes de bandoneón.
Las
letras de mis poemas las escribo con toda libertad, libres de censura y sin
sentirme atado a nada ni a nadie, ni siquiera a ningún perrito que me
ladre…jejeje….
En
la escuela de la vida, en la que es distinto cada día, como tan distintas son
las estaciones del año que a pesar del tiempo transcurrido siguen siendo
cuatro, las noches unas de otras son tan distintas, como la intensidad de tu
mirada, unas veces cálida y otras muy fría, que cuando de tus labios recibo un
beso, ya estoy deseando rápidamente que otros se repitan.
Quisiera
ser el dueño de mi propia historia, con mis errores y aciertos, exento de
matices políticos y credos religiosos.
Creo
en el poder de la lectura que nos cura de la enfermedad de la ignorancia y nos
ayuda a decidir por nosotros mismos al ser libres de pensamiento.
Ahora que estoy de
amo de casa
por estar de baja
mi pareja
me preguntas
calladamente
¿qué voy hacer esta
tarde?,
te respondo rápidamente
como ese anónimo
escribiente
del que copio estas
frases:
pues salir a la
calle
porque la casa
embrutece
envejece y nadie lo
agradece….jejeje…
Como
soy nacido y criado en un pueblo extremeño, alguno que se considera un
visionario y versado literato ha llegado a llamarme paleto al leer alguno de mis
poemas y versos, pero a estos capitalinos tan finos incultos prefiero darles la
callada por respuesta, castigándoles con el látigo de mi indiferencia.
De
Sabina aprendo a diario a base de entrevistas y versos, en ocasiones le he
escuchado decir que es un pobre con dinero, por eso lo considero todo un
artista y sin el no entiendo la vida de aprendiz de escribidor.
A
su pareja Jimena Coronado agradecerle que siga vivo el flaco ya que le cuidó en
ese ictus que casi le cuesta la vida y curar esa depresión que le hizo no salir
de casa en una larga temporada.
Cuando veo cantar
al maestro
en vivo y en
directo
sobran los
comentarios,
si presto los cinco
sentidos
disfruto lo mismo
que con una
conversación de amigos.
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