Un viaje al París de la
France
Me duele no hallar el tono
exacto para describir todo lo que he visto y sentido en éste viaje a Paris, patria
de gabachos como dijo Rilke cuando escribió sobre Toledo.
En esta tierra de franchutes
me he sentido defraudado a tope el que estas letras suscribe, llevaba las expectativas
en un listón tan alto y se han escurrido como el agua entre los dedos.
Nos alojamos en el hotel Ibis
Tour Eiffel Cambronne, su comida hace honor y justo merecimiento a la
terminación de su nombre, el trato de sus empleados y camareros es deplorable y
del todo incorrecto.
Quizás también parte de culpa
la tuvo viajes Alcón al enviar una guía que no conocía el idioma y era bastante
problemático por no decir imposible resolver cualquier mal entendido.
Por lo demás como en este
tipo de recorridos querer ver muchas cosas en poco tiempo, todo rapidito, ver las
cosas como si te fuese la vida en ello.
Visita panorámica: Plaza de
la Opera, exterior del Louvre, orillas del Sena, Plaza la Concordia , la
Madeleine, Avenida Campos Elíseos, Plaza Estrella, Arco del Triunfo, Plaza del
Trocadero, Palacio Chaillot y torre Eiffel.
Pont de l´Alma, paseo por el
Sena en los Bateaux Mouches y ver Versalles.
Visita de Notre Dame y La
Sainte Chapelle y subida nocturna a torre Eiffel.
Visita del Barrio Latino y
Montmartre y la Basílica del Sagrado Corazón.
Los almuerzos en restaurantes
paupérrimos, de los aseos mejor no hablar de ellos ya que parecían cuadras de
los pueblos.
El viaje a la ciudad de la
luz lo considero como si hubiese habido un general apagón, quizás en otro
lejano viaje pueda recrearme y sentirme mejor.
Y lo más curioso es que
aciertos y desaciertos se reparten a partes iguales todos ellos al componer las
letras de estos versos.
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