El tiempo es efímero
El tiempo es efímero, pasa
corriendo y volando, como si fuese un ligero suspiro o un soplo de aire fresco,
es por lo que aprendí a disfrutar del presente momento que es lo que diría mi
padre Cuarto.
A su memoria escribo estas
letras, allá por donde se encuentre mi recuerdo siempre va con él, cuanto te
echo de menos padre.
Anoche soñé con una estrella,
tu inconfundible risa me pareció ver en ella, al lado de la abuela María, tío
Julio y tía Juanita y el resto de los componentes de la familia.
Que bello sueño, a mi mente
acudieron tantos recuerdos, aunque lloré fue emotivo y tierno, verte en otra
dimensión pero unidos por el corazón.
Querido padre, amigo y
maestro cuanto te echo de menos, de vez en cuando escucho algún fandango, de
esos que tanto te gustaban y algún que otro fandanguillo flamenco.
En esos precisos momentos te
siento tan cerca que me parece sentir hasta tu cercano aliento y que el que no
estés a mi lado pienso que es tan solo un sueño.
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