Escuchando bellas sinfonías
melodías de música clásica
en éste viernes de buena
mañana,
intentando interiormente
encontrar un poco de calma
ante un cúmulo de noticias
desafortunadas
que entristecen y me apenan
éste fin de semana.
Estados emocionales, asuntos
de familia
muy personales, en mis carnes
vivas
que me sobresaltan y me
desaniman,
de la mala praxis de ciertos
profesionales
en nuestros extremeños
hospitales
que juegan con los enfermos,
con sus vidas.
Esperando estoy de unos
resultados médicos
para determinar si tengo que
llevar a algún Centro
denunciando estos hechos ante
un juzgado,
porque lo que éstos
profesionales han hecho
no tiene ni nombre ni apellidos
jugar con la vida de los
seres vivos.
Descargándose las culpas unos
a otros
y sin orden ni concierto
te dan un alta médico,
sin ponerte ningún tipo de
tratamiento
sabiendo que yo necesito
mucho antibiótico
para erradicar la infección
que llevo por dentro.
Echan la culpa a los recortes
aunque para mi los únicos
culpables
son la falta de ética de
algunos profesionales,
que son más matasanos que
doctores
faltando al juramento de
Hipócrates
que hicieron, debiendo intentar
salvar a los mortales.
Hipócrates y el Juramento
Médico
a los dioses por jueces los
pongo
que mi juramento será
completo
hasta allá donde tengo poder
y discernimiento,
siendo en beneficio de los
enfermos
apartándolos del perjuicio
del error con mi consentimiento.
Si no cumplen dicho juramento
es que son unos ineptos,
de ésta profesión deberían
ser apartados
y a galeras de por vida
condenados
para evitar en todo momento
el dolor y sufrimiento que a
sus pacientes están infligiendo.
( Adrián Sánchez Blázquez )
.
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