Contra recias mareas y
temerosos vientos
torrenciales lluvias y
fuertes aguaceros,
mi barca que parece zozobrar
por momentos
impulsada por la gran fuerza
de las olas en movimiento.
Parece ir al pairo y a la deriva
pero en esos instantes de
agonía,
resurge y cargada de nuevas
energías
con nuevas pilas al puerto felizmente arriba.
Es como los toros mansos en
una corrida
que en la suerte de las
banderillas,
parece salirles la casta y
venirse arriba
dándoles la vuelta al ruedo
cuando termina la lidia.
Lo mismo le ocurre al alma
mía
cuando recibe buenas
noticias,
me reconfortan y alegran la
vida
dedicándoles la mejor de mis
sonrisas.
Componiendo la más bella
melodía
la mejor de mis poesías,
acompañado de una orquesta
sinfónica
escucharla al ponerse el sol,
al caer el día.
La vida es tan linda y bella
que es una pena arruinarla con
lamentar nuestras miserias,
para que sin apenas haberte
dado cuenta
venga el diablo y sin pedir
permiso en un momento se la lleva.
Llegado este preciso momento
ahora reclama al maestro
armero,
que te quite el polvo con el
plumero
para ir limpio a tu propio
entierro.
Esas nubes oscuras de todos
los días
han desaparecido de momento
de mis pensamientos,
ya estoy más contento y
optimista
y se han alegrado mis estados
de ánimo.
Por fin empiezo a ver la salida
de ése túnel en que mi mente
estaba sumida,
espero que no pasando mucho
tiempo
volver a ser el mismo, ese es
mi mayor deseo.
( Para todos los desesperados
de la vida )
( Adrián Sánchez Blázquez )
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