Por culpa de una operación de
cadera
me veo obligado a moverme en
una silla de ruedas,
y cual será mi desagradable sorpresa
cuando salgo a la calle y
pretendo transitar por las aceras.
La vida se ve desde otro
punto de vista
corre más despacio sin ninguna
prisa,
de obstáculos es toda una
carrera
para no poder llegar nunca a
la meta.
Solo no puedes subir o bajar
a las aceras
por miedo a caerte y dar una
mortal voltereta,
las entradas están muy mal
diseñadas
para quererlas pasar por los
pasos de cebra.
Sin contar con los
imprudentes dueños de los autos
que los dejan tal mal
aparcados,
debiendo salir con la silla a
la carretera
con el peligro que esto
conlleva.
Deberían pensar un poquito
más en los discapacitados
habrá que denunciarlo a los
mandamases del municipio,
para que nos hagan un mundo
más agradable, sin fronteras
y poder circular con nuestras
sillas de ruedas por las aceras.
Compruebo desde mi silla de
ruedas
que la forma de pasear es de
distinta manera,
todo son dificultades y pasos
con barreras
haciendo que los minusválidos
nos cabreemos de veras.
A todos los políticos de
turno les propongo
que por las calles de la
ciudad hagan un recorrido,
sentados en una silla de ruedas
de minusválidos
para que subsanen todas las
deficiencias y obstáculos.
Desde mi silla de ruedas
una nueva forma de pensar te
planteas,
que las cosas nunca serán como
tú quieras
todo se habrá quedado en un
sueño o en una quimera.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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