domingo, 11 de mayo de 2014

Desde mi silla de ruedas


Por culpa de una operación de cadera
me veo obligado a moverme en una silla de ruedas,
y cual será mi desagradable sorpresa
cuando salgo a la calle y pretendo transitar por las aceras.

La vida se ve desde otro punto de vista
corre más despacio sin ninguna prisa,
de obstáculos es toda una carrera
para no poder llegar nunca a la meta.

Solo no puedes subir o bajar a las aceras
por miedo a caerte y dar una mortal voltereta,
las entradas están muy mal diseñadas
para quererlas pasar por los pasos de cebra.

Sin contar con los imprudentes dueños de los autos
que los dejan tal mal aparcados,
debiendo salir con la silla a la carretera
con el peligro que esto conlleva.

Deberían pensar un poquito más en los discapacitados
habrá que denunciarlo a los mandamases del municipio,
para que nos hagan un mundo más agradable, sin fronteras
y poder circular con nuestras sillas de ruedas por las aceras.

Compruebo desde mi silla de ruedas
que la forma de pasear es de distinta manera,
todo son dificultades y pasos con barreras
haciendo que los minusválidos nos cabreemos de veras.

A todos los políticos de turno les propongo
que por las calles de la ciudad hagan un recorrido,
sentados en una silla de ruedas de minusválidos
para que subsanen todas las deficiencias y obstáculos.

Desde mi silla de ruedas
una nueva forma de pensar te planteas,
que las cosas nunca serán como tú quieras
todo se habrá quedado en un sueño o en una quimera.

( Adrián Sánchez Blázquez )






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