Las grandes superficies están decoradas con
motivos de Navidad
y aún queda más de un mes para celebrar dicha
festividad
mi mente y mi cuerpo están algo extraños ante
la llegada de éste evento
quisiera que ya hubiese pasado, pus no tengo
deseos de celebramientos.
Sera porque esta enrarecido el ambiente
familiar
con los problemas nos distanciamos cada día más
todo lo contrario de lo que cabía esperar
y todo esto me produce un ligero estado de
intranquilidad.
Las calles están adornadas de luces
multicolores y guirnaldas
los escaparates anuncian ya las rebajas
los currantes están deseando cobrar la paga
extraordinaria
para pagar los números rojos ya que con
anterioridad la tenían gastada.
Que gasto tan innecesario de alumbrado
con lo mal que están las arcas del erario público
todo un verdadero lujo y derroche
con la que está cayendo y tiramos a troche y
moche.
Recuerdo otras Navidades pasadas
todo era alegría y jarana
deseábamos este bello familiar encuentro
para disfrutar todos juntos de éste momento.
Almendras, turrones y mazapanes
no faltan en casa de los padres
para después de unos aperitivos y una caldereta
regados con buenos vinos, dar por finalizada la
cena.
Después venía el cante caro
el jondo, ese que sale de muy dentro
y toda la familia, en completa armonía
tocábamos las palmas y cantábamos a porfía.
Otra botella de champan y alguna de sidra
para refrescar las gargantas enronquecidas
y al son de zambombas y panderetas
la fiesta duraba hasta ver las claras del día.
Todos juntos y alrededor de la mesa
aunque un poquito apretados pero más contentos
que unas castañuelas
cantábamos hermosos villancicos
junto al belén, María, José y el Niño.
Difícil encontrar ese pasado
en que lo mejor era la familia y los verdaderos
amigos
olvidándonos un poco del consumo
para recobrar los valores auténticos.
Todos esos días de jolgorio
cantidad de valiosos recuerdos
mercadillos y puestos callejeros
donde comprábamos las figuras del Nacimiento.
Recuerdo con mucha nostalgia
a desaparecidos amigos y familia
se aproxima Diciembre, último mes del año
tiempo de regalos, colocar el portal y el árbol
navideño.
Y aunque nadie lea esto
estas letras las lanzo al viento
para que con su poder mágico
os haga comprender lo que siento en éste
momento.
No quisiera ser crudo con mi escrito
más bien desearía ser tierno
para que al brindar por el año nuevo
afloren en mis palabras el poeta que llevo por
dentro.
Navidades sorprendentes
de Papá Noel y turrones
de bellos deseos y felicitaciones
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