Algo en nuestro interior se
altera
con la llegada de la estación
venidera
el otoño ya está aquí tan
cerca
que ha entrado sin apenas
darnos cuenta.
Con el otoño llega la
melancolía
este estado emocional en la
otoñada es de sobra conocida
los paisajes con sus nieblas
mortecinas
y esos colores ocres que
entristecen nuestras vidas.
El fin de las vacaciones,
menos horas de luz ,la vuelta a la rutina
la aparición de ésta otoñal
melancolía
estamos en la estación del
año más romántica
para escribir bellas letras
en prosa o poesía.
Es una estación para realizar
fotografías bellas
al paisaje que nos rodea
a los árboles, a la caída de sus
hojas
a la naturaleza y a todo lo
que surge de mi cabeza.
El otoño llegó a nuestra
región
es una época de insonmio,
sexo, mal humor
soplos de aire fresco, caen
las hojas secas
adiós a los calores del
verano, de tonos dorados se viste la naturaleza.
El otoño de la rica cocina,
de sabores de despensa
de mermeladas dulces, atunes
salados, de caza y setas
rutas micológicas,
excursiones únicas
y mucho encanto entre las
zonas verdes y húmedas.
La cocina de la carne de caza
jabalí gamo, perdiz, ciervo,
conejo y becada
con sus frutos y verduras de
otoñada
endibias, alcachofas, apio,
calabacín y espinacas.
Los días se acortan, las
noches se alargan
las tardes son un poco más
frescas
las aves se agrupan para
realizar la travesía
hacia otros lugares más
cálidos, con más horas de sol y de día.
Es una estación tan romántica
fuente de inspiración para
escritores y poetas
rimas y leyendas, prosa y
bellos poemas
de amores y desengaños,
nobles sentimientos llenos de tristeza.
En el otoño mágico de nuestras vidas
donde ya no es todo tan
verdad ni tan mentira
en que el día a día es pura
rutina
y el tiempo parece
transcurrir tan deprisa.
Que estamos de vuelta de
tantas cosas
viendo el paisaje con sus
hojas muertas
debemos asumir que es una
estación más, una estación cualquiera.
Que la otoñada de nuestras
vidas
al apardear de nuestras vidas
nos coja con la despensa
llena y nunca vacía
y renovemos nuestros votos
llenos de alegría.
Que pasando el otoño
llegará el crudo invierno
con sus rigores y sus fríos
y comenzaremos un nuevo ciclo.
En el otoño mágico de nuestras vidas
donde ya no importa si la
botella está medio llena o medio vacía
en el que cambiamos los
placeres carnales por bollos y dulcería
empecemos cada nuevo día con
la mejor de nuestras sonrisas.
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