Estoy aprendiendo, sonriendo
a darle tiempo al tiempo
que aunque parezca escaparse corriendo
y otras veces que se va deteniendo
todo ha de llegar en su justo momento.
Estoy aprendiendo que ni un día antes
y que ni un día después
dejaré tus recuerdos a mi mente traer
ni mis versos dejar de componer
sea a la de una, a la de dos o a la de tres.
Estoy aprendiendo a convivir con mis silencios
a ir ordenando un poquito mis recuerdos
a disfrutar de la vida en cada de uno de los
momentos
y ver con el paso del tiempo
que aunque me sienta jovial, no soy eterno.
Estoy aprendiendo a saberme contener
para no tropezar una y otra vez
pues a lo largo de mi existencia, en todo su
recorrido
he metido la pata en muchos sitios
y ya va siendo hora de rectificar y que no
ocurra lo mismo.
Estoy aprendiendo, con humildad
a tener calma y serenidad
intentar alcanzar en mi interior la paz
que quizás algún día pueda lograr
sin importarme nada todo lo demás.
Estoy aprendiendo a perderle el respeto al
miedo
pues a mis sesenta tacos
me pongo el mundo por montera
en la cabeza como el Sabina, la chistera
y luego salga el sol por Antequera.
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