Estamos a primeros de febrero
el tiempo anda un poco loco,
salgo a dar un paseo
el campo está florido y
hermoso.
Atravieso la campiña
malpartideña
por sus extensas dehesas,
llenas de piaras de vacas y
ovejas
que pastan sus ricas hierbas.
De aguas están repletas las
charcas
tortugas y ranas asoman al
sol sus cabezas,
machan el ajo en sus nidos
las cigüeñas
preparando la crianza de los
cigoñinos que ya comienza.
Por la senda de un largo
camino
llegamos hasta el rio,
atravesamos su largo puente
que en ocasiones inunda la
corriente.
Por escarpadas rocas y
recovecos
seguimos atravesando el
sendero,
encontrándonos con bandos de
rabilargos
que campean alegremente por
los campos.
Después de haber recorrido un
largo trecho
sin haber llegado al punto de
destino,
viendo que se está haciendo
tarde
regresamos antes de que se
haga de noche.
Dejaremos para mejor ocasión
poder llegar al torreón de
los Mogollón,
para contemplar sus hermosas
pinturas y frescos
que está deteriorando el paso
del tiempo.
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