EN EL OTOÑO DE MI VIDA
El sufrimiento es parte
de la gloria, la capacidad de superación y mi entrega encarnan mi personalidad
y mi trayectoria que quisiera que durara hasta el final de mi carrera.
Si no me abandonan las
musas dejaré un legado de versos y prosas que podrán gustar más o menos y para
que os agrade pongo todo mi empeño.
Las musas de vez en
cuando a mi mente apenas se asoman y aunque de precio son baratas por tenerlas
a mi antojo no me importaría pagarlas.
Que conste que no son
utopías, ni sueños, ni quimeras, ni cuentos de esos de pueblo que algunos
cuentan con mucho entusiasmo y realismo.
En esta tarde parda y fría
del otoño de mi vida, en que de tantas cosas estoy de vuelta lo mismo me dan
tronchos que berzas.
El troncho durito y
crujiente, vigoroso y revitalizante y la berza con desengrasante efecto,
excelente fuente de fibra y ¡adiós al estreñimiento!
Y con la fina ironía que
en mis escritos nunca falta que es algo que los caracteriza y es parte intrínseca
de mi idiosincrasia.
Esta es la despedida al
estilo de la familia Cuartilla que tiene a sus componentes esparcidos por el
mundo entero derrochando mucho arte y salero.
En el otoño de mi vida
aún no he alcanzado la cima,
ya me va quedando menos para llegar a la meta
pero no tengo ninguna prisa por llegar a ella
ya que la vida es muy bella.
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