Ebrio
de amor
Mi corazón
está siempre abierto
en este
otoño para el enamoramiento,
a los
pájaros por sus trinos mañaneros
a los
amigos con abrazos verdaderos.
La fresca
brisa de la mañana
el sol
y el aire que me acompañan,
al lado
de mi compañera serrana
perderme
por senderos en la montaña.
En un
entorno de ensueño
en un
paisaje único,
en el
mejor terreno verato
es de
lo que siempre presumo.
Quiero
ser como un poeta maldito
estar
siempre ebrio
de amor
y de vino,
de poesía,
de virtud y de sexo
como
mejor me parezca, pero siempre ebrio.
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