Disparate

Disparate

 

Todo lo que es bueno y placentero

lo que da alegría a nuestro cuerpo,

te lo quitan los médicos o el galeno

porque engorda o porque es pecado.

 

Yo que no creo en ninguno de ellos

no los visito ni con ellos me confieso,

y soy muy consciente y firmemente creo

que llegaré a morir de viejo.

 

Para evitar estos malos tragos

y siempre desoyendo sus consejos,

como rezaba en el letrero del mesón Amigo Viejo

me alimento de jamón hurdano y tomo vino añejo.

 

La vida es única y muy amable

como para llevar una política de recortes,

que si a lo lejos lanzas la mirada

ves y compruebas que no conduce a nada.

 

Para que cuidarse tanto

para morirse  tan sano,

si al final de todo

seremos pasto de los gusanos.

 

Como aquella frase en latín

memento mori,

pulvis eris

et in pulverem reverteris.

 

El humor que nunca nos falte

ya sea de día o de noche,

así entre dimes y diretes muy graciosamente

reírnos un poquito con estos disparates.

 

Venga juerga y alegría

y alguna que otra palma al compás,

para que las letras de éste poema

puedan ver el final.