Una brújula, una vela encendida y tiempo
brujuleando en mis sentimientos,
de un arca saqué viejos recuerdos
para componer estos versos.
A la luz de una miserable vela
en la penumbra de mi alcoba,
en ésta noche de primavera
intento cifrar las letras para escribir éste poema.
A pesar de que dispongo
de todo el tiempo del mundo,
mi mente se queda patidifusa
al no acudir al pronto las musas.
Y como alma en pena
no queriendo esta condena,
mi mano torpemente tiembla
al no encontrar las adecuadas letras.
Para mi mente en blanco
es el mayor de los desaguisados,
mejor ser un equilibrista
bailando en la cuerda floja.
Una brújula, una vela encendida y tiempo
un viejo arcón lleno de secretos,
recuerdo cuando era niño
haber jugado con todos ellos.
Queriendo medir el tiempo
con un viejo reloj de bolsillo,
que llevaba muchos años roto
y pertenecía a mi difunto abuelo.
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