Que pitarras más ricas
la del Gordo y la del Perra
Chica
que nos quitan las penas del
alma
y dan alegrías a nuestras
vidas.
Este licor tan divino
con denominación de origen:
vino
extraído de estas ricas cepas
de nuestra región extremeña.
Da muchos jornales y
sustentos
a tanta gente del pueblo
y hasta llegar incluso
a dar de comer a algunos
extranjeros.
Ahora llegan los legisladores
y de un plumazo quieren acabar
con tan ricos licores
declarando que estos pitarras
para el consumo
sanitariamente no son aptas.
Porque no les llenan las
arcas
con que alimentar sus panzas
privándonos de estas pitarras
que de nuestra vida son la
verdadera salsa.
Pero solo por darles en la
cara
o por donde los pepinos
amargan
seguiremos consumiendo
pitarras
y luego caiga quien caiga.
Adrián Sánchez Blázquez
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