En ésta tarde de domingo tan luminosa
en que me apetecería pasear
por las afueras
escuchando bellos temas de
zarzuela
mi corazón se pone a cien y
se acelera.
Son una lindas piezas
sus voces, coros y música
que aceleran mis pulsaciones
haciendo vibrar mis
emociones.
Ya está soplando el aire de
todas las tardes
intentando fastidiarme el
paseo por el parque
pero esta tarde me voy a
salir con la mía
y me sacaran más o menos a
las siete y media.
De los pocos alicientes que
tengo
paso palabra y no me recorto
pues en breves instantes,
dentro de un momento
me llevan al parque y yo tan
contento.
Y es que en el parque Padre
Pacífico
hace sol y un saludable
airecito
los niños saltan y juegan al
balón
viéndolos disfruto un montón.
Suelo aparcar al lado del
lago
realizando estiramientos
durante un rato
oir los trino de los
pajarillos
llevando la comida a sus
nidos.
Los dueños con sus perros
sueltos
arman un gran alboroto y
revuelo
sus excrementos hay que ir
sorteando
con mucho cuidado para no pisarlos.
Hay división de opiniones
formas de pensar dispares
que los animalitos anden
sueltos
dando sustos a grandes y
pequeños.
Y es que llegado el momento
hay que tener paz y concierto
para no discutir con los
dueños
al no admitir razonamientos.
Y en el lago aquél
otra tarde volvernos a ver
entre amenas conversaciones
hacer nuevas amistades.
Disfrutar de unas bellas
vistas
los coches circulando por la
autopista
ver salir el tren de la
estación
los familiares diciéndose adiós.
Llega la hora de recogida y
despedida
me preparo para volver en mi
silla
despidiéndome hasta mañana si
Dios quiere
siempre que no haga excesivo
aire.
Una soleada jornada en el
parque
disfrutar de este bello
paraje
pasear con los amigos
en una tarde de domingo.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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