En esta mañana mi mente parece
quedarse en blanco
a las musas les pido su
recetario
necesito y deseo escribir
algo
no sé por dónde poder
empezarlo.
Como sigo divagando tanto
estoy por dejarlo para otro
rato
pero la inspiración me llega
de momento
empiezo a escribir loco de
contento.
La llegada de este incipiente
verano
que no hay por dónde cogerlo
ni tomarlo
ya que hace bastante frio a
diario
hay que tener cuidado con los
resfriados.
Los días son largos y
llevaderos
las noches cortas y dolorosas
esperando de una vez ser
operado
sigo sentado en mi silla de
ruedas.
Me siento como ese manchego
Quijote
que a lomos de su caballo
Rocinante
sale al campo a derrotar
gigantes
que hay dentro de su
imaginación, en cualquier parte.
Este deshacedor de entuertos
junto a Sancho, su fiel
escudero
montado en su jumento
lucha contra molinos de
viento.
Teniendo a mi lado a mi
hermosa Dulcinea
que me lleva a recorrer
verdes prados y praderas
luchando contra obstáculos y
barreras
haga sol, frío o llueva.
La verdad es que formamos una
linda pareja
cuarenta años contra viento y
marea
con alguna que otra tormenta
pero queriéndonos de veras.
De Quijotes y Sanchos
de soñadores y Dulcinea del
Toboso
como de poetas y locos
todos en nuestro interior
tenemos un poco.
Unas veces soñando y otras
despierto
las letras de éstos versos
van saliendo
sin dármelas jamás de
pretencioso
me ha salido un poema
gracioso.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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