Es un lunes más, de buena
mañana
sentado en mi despacho y a
través de la ventana
veo el desfile de personas
que como hormiguitas cargadas
se dirigen cada una a su
casa.
Desayuno nada más levantarme
de la cama
para escribir cojo papel,
tintero y pluma
escuchando bellas melodías
que me acompañan cada uno de
mis días.
Empezar a escribir mucho me cuesta
todos los comienzos de semana
hasta que consigo ordenar mis
ideas
que poco a poco fluyen en mi
cabeza.
El día esta nublado, corre
una ligera marea
si quiere puede llover,
amenaza tormenta
mis huesos barruntan el cambio
de tiempo
ya que me duele todo el
cuerpo.
Como buen calendario
zaragozano
anticipo el tiempo que va
hacer en invierno y en verano
unas veces por las
cabañuelas, retornos y canículas
otras veces por las fases de
la luna.
Tiempo de y días perros
no sé qué voy hacer con ellos
agricultores y pastores miran
a los animales y al cielo
para predecir que va hacer el
tiempo
Cada vez siento más
curiosidad
de cómo con éste método
pueden acertar
pero como la vida misma
aciertan de pleno, es una
realidad.
Después de este parte meteorológico
cuanto aburrimiento y engorro
mis neuronas siguen divagando
para escribir algo menos
enrevesado.
Quisiera ver los lunes al sol
aunque fuese como un anuncio
de televisión
para de adrenalina tener un
subidón
empezar a coger bronce y
tomar color.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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