domingo, 21 de octubre de 2018

A un viejo amigo


A UN VIEJO AMIGO

Tengo un viejo amigo la mitad partocho y la otra mitad gallego, que es concejal de cultura de un verato pueblo de cuyo nombre no se me despista ni por un momento, ni el del viejo amigo ni el del partocho pueblo y aunque de ideales sociata hasta la médula, por sus andares se asemeja a aquel otro desaparecido gallego pero de signo muy opuesto y de apellido Fraga.
De nombre Hipólito y Santiso de apellido, buen Peón de brega recorre las calles del pueblo, unas veces a pie y otras en vehículo para tomar nota de los desperfectos que ve a su paso e intentar a la mayor rapidez mandar repararlos y aunque no está exento de críticas por algún sector del público, lo lleva con esa socarronería gallega de la que no se sabe si viene o si va.
De vez en cuando y en época de verano me pide que en la biblioteca recite alguno de mis versos a lo que rápidamente me presto, para eso estamos los verdaderos amigos y sin necesidad de venir acompañado de un prospecto como los medicamentos, pasamos un momento muy agradable y divertido.
Me imagino que las letras de estos renglones podrán gustar más o menos pero es lo que siento en estos momentos y es que a los verdaderos amigos de vez en cuando se les puede cantar las cuarenta pero otras veces hay que decirles y aplaudirles los aciertos.

Tengo un viejo amigo
la mitad partocho y la otra mitad gallego
que en lugar de resolverse contra el mesajero
le gusta decir las verdades del barquero,
llamar al pan pan y al vino vino
y eso amigos míos
es lo que no les gusta a los de otro signo político.

 Resultado de imagen de hipolito santiso peon

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