Días de crudo invierno
Cuando por el viaje has sido llamado
lo mejor es escucharlo,
en éste día tan frio
de éste crudo invierno,
hasta se congela el aliento
tanto por fuera como por dentro.
El invierno y su ola de frio
nos está acompañando este mes de
enero,
particularmente me gusta el invierno
y sé que hablar del tiempo
es un tema muy socorrido,
pero también nos trae sentimientos
y vivencias de nuestros recuerdos.
A enero
lo relaciono con la nieve y el frio,
días de mañanas gélidas
que aunque muy duras,
me llevan a pensar
que todo puede volver a empezar.
Que lo que se fue
ya no vuelve,
pero deja paso a otras cosas
que también merecen la pena.
Ese frio que a veces recorre nuestros
huesos
aunque no estemos en enero,
al leer las novelas y cuentos
que retratan relaciones de poder del
ser humano
sus vidas, sus actos y sus secretos.
Cuando el grajo vuela bajo
hace un frio del carajo,
cuando el grajo vuela por los
balcones
hace un frio de cullóns.
La solución para cuando hace un frio
de cullóns
es unos calzoncillos largos
de esos que dicen que son de piñón
fijo,
de buen género de punto
que van desde el tobillo al ombligo.
Noto que se me congela el tuétano y
las cejas
se me hielan hasta las ideas,
por lo que ahora ya me despido
hasta siempre queridos amigos.
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