Un viaje en barco sin rumbo cierto
Con más de
sesenta años a mis espaldas, mi cabeza completamente llena de canas y alguna
que otra calva, en un veintiocho de diciembre, día de los Santos Inocentes, de
buena mañana me encuentro predispuesto a empezar a escribir mi primera obra en
prosa, aunque sea un microrrelato deseo que las musas me sean propicias para
esta ardua tarea en la que acabo de embarcarme.
Sin rumbo
cierto atravesaré mares y océanos cual pirata en su velero bergantín,
intentando no quede en una mera inocentada, procuraré arribar a buen puerto
aunque sea en los confines de otros mundos.
Hay tardes en las que uno desearía
embarcarse y partir sin rumbo cierto,
y, silenciosamente, de algún puerto
irse alejando mientras muere el día.
Emprender una larga travesía
y perderse después en un desierto
y misterioso mar no descubierto
por ningún navegante todavía.
Aunque uno sepa que hasta los remotos
confines de los piélagos ignotos
le seguirá el cortejo de sus penas.
Y que al desvanecerse el espejismo,
desde las glaucas ondas del abismo,
le tentarán las últimas sirenas.
Después de
leer estos hermosos versos de Emoción vesperal de Ernesto Noboa Caamaño,
compruebo que en el mar de mis sueños reina una calma chicha, apenas corre una
ligera brisa, la mañana está muy fría, a lo lejos diviso unas nubes muy bajas y
me veo rodeado de una inmensa bruma marina.
El velero
de mi intelecto parece estar anclado en medio del océano y aunque tengo izadas
todas las velas, debo esperar a que corra un ligero viento o marea para que
pueda desplazarme por todo el ancho y largo mar de mi imaginación.
Sueño con quimeras
para afrontar mis propios miedos,
y debo vencer todas mis fobias
para librarme de todos los peligros.
Invoco a
todos los dioses del Olimpo y a todas las fuerzas del Averno para que me envíen
un poco de aire fresco y poder empezar a navegar con mi velero por la
inmensidad del cielo, encontrarme con duendes y elfos y con sirenas marinas que
con sus melódicos y enamoradizos canticos hagan que esta dura travesía sea un
poco más placentera.
Los delfines,
ballenas, focas, morsas y osos polares así como una cantidad ingente de
animales, aves y peces hasta ahora por mí desconocidos serán mis compañeros
cuando atraviese los helados glaciares.
Y ya metido
en ese mar profundo tendré que luchar contra pulpos gigantes y algún que otro
monstruo marino que me tropezaré por todo este largo y ancho camino de mi
espiritualidad que finalmente deseo encontrar.
Aunque la
travesía se presenta muy larga y no exenta de peligros y riesgos deseo que las
deidades marinas me ayuden a salir indemne e ileso de todo esto.
En mi
cuaderno de bitácora iré relatando el desarrollo de este largo viaje, para dejar constancia de
todo lo acaecido en el mismo y la forma en que he podido resolver cada uno de
los problemas que se presenten.
Y es que en
el mundo de los sueños todo es posible y como soñar cuesta tan poco, es una
maravillosa aventura el poderse lanzar a esta nueva experiencia, sorteando
galernas y escollos para poder llegar al faro del fin del mundo.
Para esto
viviré la vida ante todo. Beberé abundante leche de la ubre de la vida para
nutrir mis futuras creaciones. Para escribir buenos relatos debo embarcarme en
algún puerto. Recorreré el mundo ganándome el sustento con modestas
ocupaciones, y soportando la pobreza. No me apresuraré a tomar la pluma. Me
someteré al dolor y al sufrimiento. Aprenderé de las miles de personas que
encuentre a mi paso. Procuraré no tratar de esquivar la angustia que me
ocasionen los demás o las adversidades que tenga que experimentar para hacerlos
felices. Quiero escribir buenos relatos. Antes que nada trataré de olvidar este
deseo. Emprenderé un viaje sin pensar en un rumbo fijo. Agudizaré la vista, el
oído, el olfato y el apetito. Esperaré con el corazón abierto. Tal como hizo
Cervantes, por supuesto.
Pensaré en
los cuentos de mi niñez en los cuales hasta los dragones me resultaban
increíblemente hermosos a pesar de las llamaradas de fuego que arrojaban, ya no
me acuerdo muy bien si era por las narices o por la bocas.
En aquellos
otros en que los pastores se casaban con lindas princesas y los príncipes con
ranitas encantadas.
Los enanitos
cuidando de Blancanieves para que no fuese envenenada por la malvada bruja.
Los
cabritillos y mamá cabra bailando cogidos de la mano con los feroces lobos en
éstas fechas navideñas.
Caperucita
Roja y su abuelita invitando al lobo y a los cazadores a comer peladillas y
turrones.
Pulgarcito
y sus hermanos junto a sus padres comiendo mazapanes y polvorones en el bosque
en su linda casita.
Y de tantos
y tantos cuentos y leyendas que de tanto escucharlos a parte de con unos ojos
atónitos de emoción terminábamos por aprenderlos en éstos días de Nochebuena.
Alrededor del fuego de la hoguera de la chimenea, cenando todos en familia,
sentados en la mesa, degustando ricos manjares que solo se toman al cabo del
año por estas fechas.
No quisiera
llegar a aburrirme, esta palabra viene de burro y evoca la vida del pobre
animal que da vueltas alrededor del la noria recorriendo, una y otra vez, el
mismo camino.
Como buen
alumno que valoro más mi progreso que los resultados, y me siento satisfecho
plenamente por lo que aprendo sin necesidad de ufanarme de ello frente a los
demás.
Porque soy
un buscador de la verdad. La busco porque soy consciente de que deambulo por un
mundo en movimiento, lleno de ilusiones y de imágenes que son solo aparentes, y
porque sé que no he aprendido la frontera entre lo verdadero y lo falso, lo
real y lo imaginario, la mentira y la verdad.
He llegado
a comprender por fín que la verdad, como la luz de la luna, está en todas
partes e ilumina a todos los que la buscan con humildad y ganas de recibir su
luz.
Solo hay
que dejarse llevar por la cultura y la historia de los pueblos y ciudades, y en
alas de la imaginación portentosa sin prisas empezar a disfrutar de cada uno de
los detalles en cada instante.
Cuando el
barco pierde el rumbo no es la mejor solución convertir el timón en una ruleta.
Todos los números contienen un bonito regalo, pero los poetas que cantan al
amor aseguran que con el número dos nació la pena, como escribe Leopoldo
Marecha en su poema Del Amor Navegante.
Porque no está el amado en el amante
ni el amante reposa en el amado,
tiende Amor su velamen castigado
y afronta el ceño la mar tonante.
Llora el amor en su navío errante
y a la tormenta libra su cuidado,
porque son dos: amante desterrado
y amado con perfil de navegante.
Si fuese uno, amor, no existiría
ni llanto ni bajel ni lejanía
sino la beatitud de la azucena.
¡ Oh amor sin remo, en la unidad
gozosa
¡ Oh circulo apretado de la rosa
con el número dos nace la pena.
Tal vez es
producto o consecuencia el vivir separados. El amante es aquel que hace lo que
le gusta y lo disfruta, como quien escribe o pinta, quien es ingeniero- ingenio
para crear, construir. Los amantes son los que se apasionan por lo que hacen y
comparten con sus amores.
Dos
personas no se aman, entonces hay rencor. El amante resiente que ella no lo
quiera y la amada desdeña al que le ama. El mar representa la lejanía entre
ambos, la separación.
Pero es un
mar embravecido precisamente, esa distancia que ambos toman entre ellos es
rencorosa.
Como una tormenta: tempetuosa, fuerte
atronadora, el que ama es echado
fuera de su amada, ya que no le ama
la amada cual navegante
se pierde en esa lejanía
problemas en la pareja.
Al no ser uno compacto
si fuesen un uno compacto
si fuesen una pareja de enamorados,
sino dos debido al desamor de ella
y el resentimiento de él, por el
rechazo,
son dos números
por eso con el amor nace la pena.
Empieza a
soplar un viento huracanado, un oleaje sacude con fuerza mi velero, como si
fuese una salvaje galerna y sin apenas haberme dado cuenta me veo transportado
al pantano de Gabriel y Galán, a las mismas puertas del hermoso y monumental
castillo de la villa de Granadilla.
Monumental
fortaleza defensiva cuyos orígenes se remontan al siglo XII, se encuentra en el
despoblado pueblo de Granadilla, antiguo señorío de
Granada,
que era una antigua villa amurallada de origen feudal en el noroeste de la
provincia de Cáceres. El pueblo de Granadilla cacereño se llamó Granada durante
la edad media hasta que la conquista del Reino de Granada por los Reyes
Católicos Isabel y Fernando en 1492. A partir de entonces le pusieron el nombre
de Granadilla para evitar confusiones.
Esta
localidad está despoblada, se encuentra rehabilitándose parcialmente tanto su
muralla como algunas calles y casas de su casco, está declarado conjunto
histórico-artístico.
El paraje y
todo su entorno es un sitio privilegiado, rodeado de pinares y eucaliptos,
donde habitan caza mayor y una
diversidad de aves, así como una gran cantidad de fauna piscícola.
La verdad
es que no sé como he podido llegar hasta este hermoso lugar, ya que estaba
parado con mi velero en medio del océano y me he sentido transportado como por
arte de un hechizo o encantamiento.
En lo alto
del firmamento ahora que está anocheciendo veo el Lucero del Alba, otros lo
llaman la Estrella que guió a los Reyes de Oriente hasta llevarlos a adorar al
Niño Jesús en Belén, en aquel humilde pesebre.
Esta noche
hermosa en la que las estrellas parecen brillar más de lo habitual, una luna
nueva reluce casi tanto como el sol, dando una claridad inusitada sobre la tierra
y como aquella canción de mí niñez veo correr las liebres por las aguas del mar
y por el monte las sardinas.
No sé si
será todo un sueño o producto de haber tomado algún tipo de droga alucinante, a
lo lejos veo los Reyes Magos y en lugar de ir montados en camellos, cada uno va
en una gran nave, cargaditas de regalos, atravesando lo largo y ancho del mar y
un hada buena les guía por toda la geografía para que puedan repartir los
juguetes e ilusiones a todos los mayores y a toda la chiquillería.
Bendita
ilusión, ojalá no se pierda nunca en nuestras vidas.
Si camino
sin rumbo, debo asegurarme de no saber a dónde voy. Que pasa cuando la vida te
vuelve a llevar a lugares que nunca fuiste?, o cuando te hace volver a ver
cosas que nunca viste? O te hace volver
a sentir cosas que nunca sentiste?. Como es esto posible?. Esa sensación de que
algo ya lo habías visto? O que ya lo conocías? Y en realidad no tenías idea de
su existencia?
Lo que voy
a contar puede ser real o no, puede tocarte o no, y no es ni mala suerte, ni
karma…….es el destino?.
Mi verdad
es mi verdad, mi destino es mi destino y las cosas que ocurren a lo largo de mi
vida, son actos puntuales que acontecen en un momento preciso de la misma. Sin
embargo, ese día fue más que eso. No puedo explicar con palabras la sensación
de hacer algo por segunda vez, siendo la primera vez que lo hago. Si te parece
confuso leerlo, imagínate vivirlo.
Lo único
cierto que puedo afirmar con total seguridad es que me gusta caminar, o al
menos me gustaba. Siempre fui de ir caminando a todos los lugares, había días
en los que no tenía que hacer, y salía a caminar, sin rumbo solo yo, mis
vicios, y la vida. Sin embargo, muchas de estas veces que salía a caminar sin
rumbo, terminaba en algún lugar ya conocido, sea una plaza o lo que sea, pero
siempre terminaba en algún lugar conocido.
Iba
paseando por un largo e interminable camino cuando en dirección contraria una persona venía con la cabeza gacha sin ni
siquiera notar mi presencia, cuanto más se acercaba más sentía conocerlo, sin
ni siquiera saber quién es.
Nos
encontrábamos justo encima uno del otro, mi cuerpo ya no era mío, sentí aquel
lugar como mi casa y aquel ser como parte de mí, lo único que llegué a
distinguir fueron sus ojos, sus ojos…..eran mis ojos.
Un gran
largometraje con imágenes de mi vida entera en retroceso pasó por mi cabeza,
luego comencé a visualizar imágenes de momentos que no eran míos, de una vida
que no era la mía, e imágenes de una muerte horrible y auto infligida, de una
muerte forzada y anti natural, de una vida injusta y de un encerramiento
forzado por una injusticia y a pesar de que esa no era mi vida ni mi muerte,
pude sentir ese dolor.
Me
internaron por contar recuerdos en mi trabajo, recuerdos algo locos e
improbables lo admito…..pero reales, tal vez no voy a salir de la mejor manera,
pero al menos ya no voy a estar ahí dentro, con todos esos dementes. Dicen que
estoy loco, que eso nunca paso, que es imposible que recuerde algo como mío, si
todavía no había nacido, dicen que todos esos recuerdos de esa vida tan plena
son solo mi imaginación.
Hoy, en
éste momento, antes de irme para no volver, puedo decir con certeza que se lo
que pasó….la razón por la cual ese recuerdo es tan real, tan vivido, al fín la
entiendo.
Siempre,
toda mi vida, hasta hoy….estuve mirando las cosas desde el lado equivocado, esa
noche…..hace setenta años, ese chico con mis mismos ojos, que caminaba con la
cabeza gacha era yo, el otro chico del que tengo recuerdos tan vividos como
míos, de su familia, de sus amigos, recuerdos que me llevaron a estar aquí encerrado
hoy, fue una pobre vida que tomé para volver a tener una segunda oportunidad y
de igual manera que con la vida, me quedé con los recuerdos.
Hoy me doy
cuenta que esa oportunidad la desaproveché y volví a quedar encerrado en éste
horrible lugar donde ya viví encerrado antes, y donde ya morí, no sé cuantas
veces llevo en este enfermizo e insoportable ciclo.
Pero ahora
escribo esto para recordar, que cuando acabe con esta agonía, voy a volver a
ser ese chico de cabeza gacha con los mismos ojos, que va a deambular sin rumbo
como siempre lo hice antes de estar atrapado, esperando la próxima vida para
tomar mi próxima oportunidad, no sé cuántos recuerdos y vidas llevaré pero esta
vez, si tengo que aprovechar.
Este es mi verdadero yo
Ahora a mis
cincuenta y trece años recuerdo como canta Ana Belen: Yo también nací en el 53,
aunque ahora estoy lleno de achaques,
que si el colesterol, bilirrubina, gota, exceso de hierro, del estómago mejor
ni te cuento y esta maldita temblaera en la mano que cada vez me trae más de
cabeza, con problemas de vejiga que me obliga a ir al servicio cada dos por
tres por la cosa de la orina, y de lo otro para que te voy a contar, como
cantaba Antonio Machín: la fuente se ha secado, las azucenas están marchitas.
Tengo
tantos males y achaques que podría escribir un vademécum médico, pero a pesar
de todo ello, con el buen humor que me caracteriza, será por tener sangre de
Cuartillo, que era un ser único e irrepetible y cantaba un fandanguillo en
cualquier motivo, siempre en mis labios una sonrisa, sigo tirando para adelante
ya que la vida es bella y como solo se vive una vez hay que disfrutar en cada
instante como si fuese el último.
Que conste
que todo esto es real como la vida misma y que a pesar de ser un veintiocho de
diciembre no es ninguna inocentada…jejeje..jajaja.
La
imaginación es portentosa y hace realidades increíbles, irrealizables e
inalcanzables cosas solo con cerrar los ojos y creer en que se van a realizar
todos los sueños. El soñar amigos míos es gratis, lo que hace falta es que
seamos realistas y sensatos, pensemos en positivo y de esta suerte será más
fácil y factible que podamos alcanzar y lograr nuestros objetivos.
En estos
precisos momentos me encuentro más perdido que Willy en Benidorm en la playa en
pleno mes de agosto. Ya no sé si voy o vuelvo o que habrá sido de aquel que un
día de inocentes salió a navegar en un velero, en busca de algún destino
incierto, si habrá conseguido llegar a buen puerto o habrá aterrizado en algún
desierto, ya que las últimas noticias que tenía del susodicho elemento es que
andaba enredado con los festejos navideños, parece ser que había llegado a
Laponia y como un Papá Noel más había encontrado currelo y estaba preparando el
cargamento de regalos y enganchando los renos al trineo, como tantos extremeños
que han tenido que marcharse de ésta bendita tierra de Extremadura para
encontrar trabajo en el extranjero.
A todos y
cada uno de ellos en estas fiestas les deseo:
Para este año nuevo
es la bendición del romero:
que salga lo malo
y entre lo bueno.
Con una feliz salida
y una mejor entrada,
que todas las noches sean días
que en lugar de llantos haya risas.
Son días de
recordar personas que ya no están a nuestro lado, lo que nos produce nostalgia
y dolor, pero por otra parte son días de reencuentros familiares y pasarlo muy
bien todos juntos.
Que la
estrella Polar que es la que ahora me importa siga guiando mis pasos y la de mi
velero bergantín a través de la inmensidad del océano y aunque con vientos
racheados y feroces galernas pueda seguir manejando con mano firme el timón
hasta llegar a los confines de éste mundo, conociendo otras gentes y
aprendiendo nuevas costumbres y enriqueciéndome con estos conocimientos poder
regresar a puerto seguro, a pesar de tantos peligros que tendré que ir
sorteando pero a estas edades ocurre como a los niños, la juventud es temeraria
e impulsiva y como ya viene uno de vuelta de tantas cosas en ocasiones nos
vestimos de cierta importancia.
Pero para
eso están las reglas, nos dicen que para cumplirlas y yo digo que también están
para saltárselas a la torera. Ya que si no, tanta rutina termina uno por caer
en la monotonía y el aburrimiento y eso sí que no, por ahí no paso.
A vivir que
son cuatro días y la mitad del tiempo lo pasamos durmiendo.
La vida es
hermosa y bella y como solo se vive una vez, hay que vivirla intensamente cada
segundo, como si fuese el último de ellos. Aunque hay algunas personas que
creen en la reencarnación y en volver a vivir otras vidas, pero decía mi padre
Fermín Cuartillo que le decía su tío Cachera
Que después
de burro muerto, la cebada al rabo y si no lo querían enterrar que lo tirasen
detrás de la ermita del Cristo en cuyo campo se criaban unos cardos borriqueros
de dos metros de altura y es que en esta bendita tierra zarceña hasta los
cardos con su bella flor rosácea y azulina tienen su encanto.
Zarza de Granadilla
cuna de poetas y artistas,
tierra de cantaores gitanos
en sus ferias de ganaos.
Lo cantaba el poeta en sus versos y
poemas
los de Baños, judíos y tacaños,
los de Hervás, judíos los más
los de la Zarza, gitanos.
Zarza, pueblo de secano
de cereales en grano,
con la llegada del regadío
creció y fue un pueblo más rico.
Como errante peregrino
voy recorriendo senderos y caminos,
hasta encontrar mi destino
en los confines del cielo infinito.
Por muchos lugares que vaya
cruzando ríos y montañas,
a mi pueblo de Zarza
siempre lo llevaré en mi corazón y
alma.
Recorreré trochas y vereas
una vez que he salido de mi tierra,
como caminante y contador de
historias
siempre cantaré a mi tierra zarceña.
Zarza de Granadilla
brava villa torera,
de las más hermosas tierras
que tiene nuestra Extremadura.
A esa Zarza tan torera y gitana
de mujeres lindas y hermosas,
con una gran plaza de toros
para disfrute en las fiestas de sus
mozos.
A penas voy
por la mitad de la travesía, acabo de atravesar un estrecho y sin apenas
haberme dado cuenta estoy disfrutando de un año nuevo, habiendo dejado atrás
este dos mil dieciséis bisiesto.
Ojalá que
este dos mil diecisiete venga completamente cargado de mucha salud y mejor
suerte para todos los seres vivientes. Que sea un año redondo, un año diez como
la suma de sus cifras: 2+0+1+7= 10 y podamos seguir creciendo en sabiduría y
experiencia.
Cayendo y
levantándonos es como creceremos ya que si permanecemos en el suelo es como
morirnos.
En la
inmensidad del océano, mirando a lo lejos no llego nunca a alcanzar con la
vista los confines del universo.
Dando
vueltas a la cabeza y a mis pensamientos llego a la conclusión que solo tengo
un Dios, su nombre es Muerte y todos los días le digo: hoy no me toca..jejeje…jajaja.
Y sin echar
las campanas al vuelo sigo navegando sin rumbo cierto en mi barquito velero
allá hasta donde me lleve la fuerza del viento.
Sin prisas
pero sin pausa sigo cruzando etapas, día tras día, sin conseguir divisar la
orilla y poder decir como aquél Pinzón cuando llegaron a América: tierra a la
vista.
La travesía
se me está haciendo eterna, muy larga, ojalá consiga aclarar y poner en orden
todas mis ideas y tranquilicen finalmente mi alma, corazón y vida, pues creo que me hace mucha
falta.
Debiendo
ser tan sencilla y hermosa vivir la vida parece mentira como la complicamos y
lo difícil que la hacemos los humanos. Lo sabia que es la madre naturaleza y
como nos encargamos de destruirla toda ella.
En el
pecado creo que ya llevamos la penitencia consigo y reafirmando una vez más que
somos el único ser viviente que tropezamos más de dos veces en la misma piedra.
Somos animales de costumbres y parece mentira que a pesar de tener raciocinio
tengamos costumbres tan malas.
En todo lo
largo y ancho de la travesía nautica, después de tantas millas recorridas
quisiera ser un viajero, penitente, sin el rumbo fijo del destino que mira como
este viajero que vaga por el mundo de versos buscando fugaces letras de poemas.
Las
lágrimas afloran a mis ojos mirando las estrellas en plena inmensidad del
universo.
Aunque
estamos en un año nuevo, sí, pero estoy triste y pensativo como somos los
poetas que libamos las copas en sus letras extrañas, amorosas, y músicos
ocultos huyendo de la muchedumbre, yo me escondo bajo el tejado de las letras
de un poema. Descubriendo que el amor no es fantasía, el amor es poesía y
saldré a buscarte por los arroyos, ríos y mares, atravesaré el puente que
conecta mundos diferentes, yo no se si algún día llegaré a encontrarte, pero
tal vez por donde se halle la vida, sea por donde al fin te encuentre.
Pasaré las
hojas del calendario y daré por finalizado todo lo malo del año viejo y
colocando el nuevo almanaque, lleno de renovadas ilusiones, ojalá por fín pueda
encontrarte.
Y que cada
hoja que pase sea una etapa menos la que quede para alcanzar llegar a puerto
seguro, pero como la ilusión es lo último que se pierde, voy a empezar a
escribir la carta a los Magos de Oriente, porque estos señores son magos pero
no adivinos, por lo que debo escribir mis deseos con letras de mi puño y con
pulso firme.
Y aunque de
poetas y locos todos tenemos un poco, para mí es como la droga dura, que ni
escribiendo se me cura, pero es un gran divertimento con lo que yo mucho
disfruto.
A lomos de
un caballo llamado libertad surqué montes y valles, llegando tan lejos como fue
capaz de llevarme el viento, atravesé los confines de la tierra y por todo ello
me veo embarcado en el medio del océano para otros lugares descubrir y poder
llegar a encontrarme finalmente conmigo mismo.
Ojalá que
las embravecidas olas de este mar me acerquen a la costa, el viento que mis
cabellos despeina sea fuente de inspiración para escribir bellas letras ya sea
en verso o en prosa.
El sol, la
luna y las estrellas todos los días me acompañan, nubes negras y algún que otro
aguacero que cala todos mis doloridos huesos, el barco parece volcar con las
olas enfurecidas de esta dura galerna, ojalá sea capaz de llegar a tierra
aunque sea agarrado solamente a una tabla, que parece que es lo que va a quedar
del velero, tuve que arriar el velamen para que no lo destruyese la fuerza del
viento.
Deseo que
el temporal amaine y pueda un poquito mi espíritu calmar, ya que tengo los
nervios a flor de piel, no puedo incorporarme y ponerme de pié por miedo a
saltar por la borda al dar algún traspiés.
Todo mi
cuerpo esta magullado tanto por dentro como por fuera, producto de la
inclemencia del tiempo, solo me mantiene con relativa calma la fuerza de mis
poderosos principios, que son los que me han llevado a realizar esta travesía,
será una experiencia nueva, que enriquecerá mi vida, dotándola de un cierto
tipo de espiritualidad.
Cuando la
negra noche arrope la belleza de las estrellas, la hermosa luna nos alumbra
como si fuesen lluvia de luciérnagas.
A la
luz de la luna y lleno de temores, me
encuentro anonadado y sintiéndome tan insignificante y perdido ante la
inmensidad del universo y aunque el tiempo viaja muy deprisa y apurado, yo en
cambio lento y pausado.
La luz del
alba me salpica, su rocío me acaricia, como para dar ánimos a mi desconsuelo,
la rutina de un nuevo día se aproxima y sigo aquí nuevamente despierto.
Pasan los
días y los años y mis cabellos cada vez más blancos y como errante peregrino
seguiré buscando caminos inciertos, llorando sin desconsuelo por no encontrar
un rumbo cierto que me lleve a buen puerto y no llego a saber si todo esto
habrá sido cierto o producto de un sueño.
Las olas del mar bravío
chocan contra las rocas
y yo quiero que tus labios
choquen contra mi boca.
Las normas
y las reglas están hechas para cumplirlas, pero yo como soy un aspirante a
escribidor y poeta, en ciertos momentos me gusta saltármelas a la torera.
En estos
tiempos pasa todo tan deprisa que llega el momento de que no se si voy o vengo
o ¿depende?, como dicen los gallegos con una pregunta contestan siempre a otra
que les hagan.
El tiempo
amenaza tormenta y no tengo ningún lugar seco en el velero para guarecerme de
ella, lo que en tierra firme por ser de la Extremadura seca canto bajo la
lluvia en el campo y tanto me alegra, en estos momentos, otro chaparrón de agua
mi estado de ánimo altera y maldigo hasta la más insignificante nube que por el
horizonte se acerca.
Y sigo a
solas con mis pensamientos en la inmensidad del océano, de tanta lluvia creo ya
tener hasta goteras en la cabeza. Ojalá al menos esta experiencia me sirva para
aclarar tantas dudas existenciales que tengo en el fondo de mi sesera.
Empiezo a
divagar con esos cuentos que empezaban con: erase una vez un lobito bueno que
con la ayuda de la abuelita pide excusas por haberse zampado al leñador que
había raptado a Caperucita Roja y quería haberla llenado el buche de piedras
mientras se le hacía la boca agua pensando en las tiernas carnes de una
Caperucita que se parece más a Pulgarcito que a ella misma.
Pobrecita,
debe estar en la barriguita del buey, porque no se escucha su voz desde hace
días. Pero no hay duda, el taimado carnicero acabará engulléndola. El cuento no
es más que una estrategia para darle caza definitivamente y , de paso, echarle
la culpa a los trol, que según el, se frotan las manos mientras son testigos de
su cacería.
Después
también había un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado….pero eso
es ya otra historia y lo dejo para otro momento y terminaban siempre estos
cuentos con: y materile, rile, ron…este cuento se acabó.
Sigo
escribiendo en mi cuaderno de bitácora todo lo que ocurre en mi entorno, que no
es poco, unas veces confundiendo realidades con sueños y es que me resulta todo
tan extraño que como dijo aquél cubano: es que a mí la noche me confunde, y yo
añado que también el día porque ya he perdido la cuenta de cuando partí de mi
tierra y no veo el momento de regresar a ella.
Parece como
si se hubiese abierto la Caja de Pandora y haber salido todos los males del
mundo, menos mal que aún queda dentro de la Caja el espíritu de la Esperanza y
ya sabemos que: La Esperanza es lo último que se pierde.
Hesiodo
clasifica a Pandora como “ mal bello “, sin mujer, la vida del hombre es
impracticable, y con mujer, todavía más impracticable.
Debo tener
más de cuarenta grados de fiebre o producto de alguna insolación ya que empiezo
a pensar y convencerme a mí mismo que esta inquietud es la razón de mi vida.
Este
espíritu inquieto es que tengo y siento la necesidad de saltar de aquí a allí,
un bagaje que me ha cambiado la vida, enriqueciéndome interiormente, llegando a
convertirme en una persona con una dimensión
más amplia
y global, capaz de ver con una visión universal y de nuevas y diferentes
oportunidades.
Soy
consciente que la peor crisis no es la económica, si no la de los valores y
principios. Creo que esta travesía que estoy realizando me ayudara a crecer humanamente
y a compartir y contribuir con mi experiencia a ayudar a otras personas. Me
considero un cazador de emociones y creo que eso nunca se agota, sobre todo si
eres inconformista.
Mis males y
achaques por momentos se recrudecen y acrecientan: ese dolor de estómago y sin
tener omeprazol a mi lado que mitigue esos duros punzazos que siento. Cada dos
por tres evacuando la vejiga por tener ese dichoso mal de orina. El comer tanto
pescado me produce caguetilla y con tanta humedad y frio intenso me produce un
dolor agudo en todos mis huesos, mi mano tirita, producto de mi regilera de
nacimiento, herencia de la familia Cachera, con lo que mi pulso no es nada
firme, por lo que dudo que todo lo que estoy escribiendo en el cuaderno de
bitácora pueda llegar a ser medianamente inteligible y pueda leerse algún día
si soy capaz de llegar a tierra firme. Por momentos siento que la muerte me
acecha, un ente apoyado en mi hombro me espera tranquilo. Algo que no puedo
explicar con palabras, pero como siempre le digo que hoy no es mi día.
Veo pasar
las noches y los días en un pis pas y esto me recuerda la fugacidad de la vida,
es algo que ocurre de forma natural e intrínseca en nosotros. Debo aprovechar
el momento presente sin esperar el futuro, dejando para mañana lo que pueda
hacer hoy, debo vivir mi vida que valga como diez.
Me gustaría
ser un mágico viajero que va por los confines del universo con mi espectáculo
de magia cómica, utilizando el gesto en lugar de la palabra con participación
activa de todos los que me están viendo en cada momento.
De pronto
me veo envuelto y rodeado de una espesa niebla que no me deja ver más allá de
dos palmos y temo que pueda llegar a zozobrar mi embarcación y arrastrarme
hasta lo más profundo del abismo si chocamos con algo imprevisto.
Intentaré
tranquilizarme pensando unas letras para componer una nana a mi futura nieta
Marta y cuando llegue el feliz acontecimiento de su nacimiento al contarle todo
esto con muchas fuerzas nos reiremos.
Nana para mi nieta Marta
Voy a cantar una nana
para que mi nieta Marta se duerma,
le cantaré el Perantón de la Zarza
y unas rondeñas de Villanueva.
Duerme mi bella Marta
que tu abuelo te la canta,
mientras tu madre vela tus sueños
estos versos vuelan al cielo.
Este abuelo zarceño cantor
estas letras canta con mucho primor,
a esta nieta con mil amores
resonando los versos con voz suave.
Tranquiliza y estate quieta
duerme un poquito la siesta,
que aquí está tu abuela
meciéndote la cuna muy serena.
Deja descansar un poco a tu madre
ya que no paras ni de día ni de
noche,
tienes una bonita sonrisa
pero cara de un poquito pilla.
Como diría tu bisabuelo Fermín
Cuartillo
cantándote hermosos fandanguillos,
pero que quiere esta Mojica
que tanto patea dentro de la tripita.
Que los Magos de Oriente
te traigan muchos presentes,
y en este año entrante
en Marzo felizmente lleguemos a
verte.
La espera se hace muy larga
para la mamá que sufriendo aguarda,
pero en cuanto te tenga en su regazo
todo será alegría y celestial canto.
Pero que
cosas se me pasan por la cabeza y como tengo todo el tiempo del mundo, estos
pasatiempos de escribir en prosa o en verso es el mejor de los entretenimientos
y de los cuales disfruto en todo momento.
En este
tiempo navideño me gustaría llenar mi casa de pasión y calor y alrededor del
portal de Belén cantando villancicos disfrutando de familiares y amigos.
Con el año
nuevo que empieza hago propósitos de iniciar una nueva vida que imagino preñada
de nuevos proyectos, nuevas empresas, nuevos objetivos y nuevas metas; aunque
muchas veces tales novedades suelen ser quiméricas y no seré capaz de
realizarlas o llevarlas a cabo.
La mejor
vida nueva es mi vida antigua, despojada
de muchos errores que mi soberbia me ha inspirado.
Volviendo
la vista atrás, recuperando mis huellas, volviendo a andar el camino despojado
de viejos errores. Y tal vez así lograré vivir una vida nueva.
Dice un
refrán: de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno.
Surca mi
esperanza de llegar a tierra firme, a través de un banco de una densa bruma y
mis pensamientos en busca de ese camino en que tanto tiempo llevo perdido.
La soledad
me invade llenando de inquietud todo mi ser mientras el viento parece acariciar
todo mi cuerpo.
Deseo que
en un amanecer no muy lejano los rayos del sol calienten mi maltrecho cuerpo,
todo entumecido y añorando tus caricias y besos.
Como la
imaginación es prodigiosa, entre la espesa neblina me parece oir el vuelo de
unas gaviotas, con lo que mi espíritu se alegra al imaginar que está próxima la
tierra, lagrimones como puños corren por mis mejillas tan grandes que creo van
hacerme surcos al lograr por fín encontrar un puerto seguro.
Después de
esta travesía tan larga creo que esta extraordinaria experiencia me hará
renacer a una vida nueva ya que tengo cargadas las pilas, estoy deseando
desembarcar.
Con una
amplia sonrisa, esquivando la rutina y las miradas esquivas y lleno de un
corazón bondadoso y una alegría infinita huiré de las miradas amargas, huyendo
de la soledad y disfrutando del amor de la familia y amigos recordaré la
desesperanza y tantas horas vividas en la más completa soledad en la inmensidad
del océano de mi imaginación y ese velero apunto de zozobrar con los embates
del fuerte oleaje de mis pensamientos.
Las dudas y
los miedos, las ingratitudes y sinsabores de los años vividos, pero como el Ave
Fenix renaciendo de mis cenizas, resistiendo todas las tentaciones, alcance la
inmortalidad a través de la resurrección, así como la esperanza que nunca debe
dejar de acompañarme, allí donde quiera que vaya, todos estos recuerdos irán
conmigo.
Cuando la luna se pone Mi mundo es un bosque frio
sus zarcillos de coral mi mundo es algo vacío
las olas del mar bravío como no sea contigo
rompen a llorar. no siento alivio.
De pronto
aparece un arco iris multicolor, izo y desplego todo el velamen de mi velero,
empieza a soplar un fuerte viento que me hace salir despegando del mar y me
encuentro volando como si fuese en un globo y atravesando ríos, montes y
quebradas, aterrizo en las cumbres de Gredos, discurriendo por sus caudalosas y
frías gargantas, pobladas de truchas arco iris y asalmonadas que saltan
alegremente por sus cristalinas aguas, las cabras montesas campean a sus anchas
por sierras y hondonadas, rodeados de una vegetación espesa, abundante y tan
bella que dan ganas de echar el ancla y muy despacito, donde pueden recrearse
todos nuestros sentidos, pero aunque pretendo llevarlo a cabo, no consigo
dominar mi barca, que parece quererme llevar a la deriva. Desembarcamos en el
río Tiétar, en la comarca de la Vera Alta, en Villanueva de la Vera, donde
encontré hace muchos años mis amores y donde tengo mi casa, a la cual voy con
bastante frecuencia, ya que este lugar y todos sus alrededores son una
verdadera gozada de donde el mismo Dios dijo que del jardín del Edén esta
tierra es un Rincón del Paraíso.
No sé lo que tiene madre Villanueva de la Vera
esta comarca verata pueblo de la comarca verata
que todo el que viene a verla blanquea en el horizonte
de su belleza queda prendada como la flor de la jara.
El color de la primavera Villanueva de la Vera
en la comarca de la Vera Villanueva la Serrana
sentir el zumbido de las abejas es una mata en el monte
al recolectar de las flores su
néctar. cuando sale la mañana.
Me gustaría
ser el mejor de los cuentacuentos y arropado por la faldilla de la camilla, al
calor del brasero de picón en el frio invierno, rodeado de hijos y nietos poder
contarles historias y leyendas que recuerdo que cuando yo era pequeño me
contaban mis padres y abuelos, y al oírlos parece que se me salían los ojos e
las orbitas, de tantas maravillas y portentosas historias que nos contaban y
unas veces con risas y otras asustados y con caras de miedo que íbamos poniendo
dependiendo del relato que nos contaran.
En esta
época del año era tradición en las casas contar historias de fantasmas
alrededor del fuego, como este Cuento de Navidad que al escucharlo se me ponían
los pelos de punta.
Cuento de Navidad con fantasma y
moraleja final feliz.
Dice
Alfredo Liñan Corrochano: me hipnotizan
los cuentos de Navidad. Acaramelados, musicales, jingle-bell, o-tannenbaum, ¡oh
blanca Navidad!. Cuentos en los que los malos se hacen buenos, el espíritu de
la Navidad se transforma en lucecitas y copos de nieve y el HoHoHo de Papá Noel
me recuerda que debo escribir un cuento de Navidad con su moraleja y final
feliz, en el que el terrible y sombrío Espíritu del Futuro muestra mi destino.
Es
veintidós de diciembre, día del sorteo de la lotería, en que habrá nuevos
millonarios como todos los años, pero a mí me ha tocado en suerte la aparición
del fantasma de mi futuro, envuelto en ropas de siete colores, y son siete
porque siete son las maldades que pienso realizar en este futuro tan cercano.
Encapuchado y deslizándome como una sombra
chinesca,
arrastrando una pesada y dura bola de hierro, como pesados y dolorosos serán
los atroces pecados que voy a cometer, de esas bolas que les ponían a los
presos peligros en las películas y comics.
El fantasma
no tiene cara, me conduce por la senda de un bosque, donde vestido de cazador
procedo a abatir a la mamá cierva de Bambi, dejándola huerfanita de por vida,
también de un certero disparo mato a sangre fría a la Corza Blanca, privando a
todos los cervatillos de su alegría y grata compañía.
Horrorizado
salgo corriendo y abandono a mi hijo Pulgarcito y sus hermanitos en la espesura
del bosque para que sean pasto de las fieras.
Corro que
me las pelo, como si fuese aquel gato con botas, bribón, mentiroso, liante y
aprovechado que disfrazado de marqués de Carabás chantajeo a los campesinos.
Le pido al
fantasma que no deseo hacer más maldades, pero no me hace el más mínimo caso y
me hace una señal para que le siga. Nos estamos acercando a los límites de
Villanueva de la Vera y de pronto me veo convertido en el personaje del
Peropalo, bandido asaltador de caminos y violador de las mujeres de esa villa y
todo su entorno.
Al verme
pasar por la plaza del pueblo, un tropel de gente profiriendo gritos y amenazas
con palos y horcas me aprisiona y realizando un juicio rápido y sumarísimo,
encontrándome culpable de tantas maldades y de otras que aprovechan para
adjudicarme aunque no las haya cometido, soy condenado a morir descoyuntando
mis huesos y finalmente quemado en la hoguera, eso es lo que pone la sentencia
que me cuelgan del cuello y me pasean en un burro por las calles del pueblo,
para mofa, escarnio y burla de todos los vecinos.
Y todo esto
en vísperas de Navidad y como dice Fernando Pessoa en su obra La hora del
diablo: soy el diablo, yo nunca he pretendido decir la verdad a nadie, en parte
porque de nada sirve y en parte porque no la conozco. Creo que mi hermano mayor
Dios todo poderoso tampoco la conoce.
Hay
demasiadas cosas en la vida que derrotan a la inteligencia. Por ejemplo estas
fiestas navideñas, debo ser creativo y avivar la inteligencia, aunque las
historias cuanto menos se entiendan más funcionan.
Cuando más
animado estaba el sueño voy y me despierto de esta terrible pesadilla y me rio
de todo ello ya que:
Ni soy
cazador y jamás he disparado un tiro en mi vida.
No soy el
padre de Pulgarcito y sus hermanos, por lo tanto no los abandoné en la espesura
del bosque.
No soy el
marqués de Carabás , ni tengo gato, además soy alérgico a este animalito.
Lo del
Peropalo es una paranoia más, coincide que son las fiestas que se celebran en
Villanueva de la Vera durante los días del carnaval.
Y mucho
menos soy el diablo ni cuenta que lo fundó, por lo que me rio de todo y me
desternillo de la risa.
Por fin al
despertarme y mirarme en el espejo veo finalmente la cara del fantasma
reflejada en el cristal…..es mi propio rostro desencajado por la cantidad de
cosas malas que se me pasaron por la cabeza que en un momento determinado
llegué a creerme que iba a realizar, pero en un acto de arrepentimiento fui
salvado y quedó solo en un maléfico sueño.
Hago
balance y examino mi conciencia pensando en lo que he hecho durante este año.
Y como en
años anteriores intentaré superarme y no preguntaré por los regalos. Eso lo
dejo para los niños, que necesitan seguir creyendo en las ilusiones de este
mundo.
Al final
nos íbamos a dormir medio muertos de miedo y es que eran tantas las aventuras
que narraban que muchas veces nos costaba llegar a creerlas, pero como las
contaban tan serios, cualquiera los ponía en duda, las cosas de los mayores
eran muy serias y debían ser ciertas, aunque yo creo en el fondo que unas eran
inventadas y otras algo exageradas, pero de esta suerte pasábamos las crudas
noches de invierno, otras veces desgranando maices de las panochas para
alimento de los animales que teníamos en los corrales y que ayudaban en las
tareas del campo.
Otras
noches separando las piedrecitas y gorgojos que tenían las carillas o picando
pan duro para hacer migas al día siguiente. Que lejanos y bellos recuerdos de
mi tierna infancia que puede que no vuelvan, ya que ahora peino canas y
finalmente voy a ser abuelo a mis sesenta y tantos abriles.
Creo que el
próximo viaje lo voy a realizar en globo y viajaré a través de las nubes y en
los espacios etéreos y rodeado de variedad de aves surcaré los cielos y desde
aquí arriba divisaré más claramente todo lo que en la tierra esté ocurriendo.
Y al lado
de Superman, Spiderman y todos mis héroes voladores, arropado y teniéndolos por
guardaespaldas me sentiré más seguro con todos ellos.
Cantaré
realidades y sueños y muchas historias cargadas de mucho sentimiento.
Me gusta la primavera
sus colores y sus flores
y tenerte yo a mi vera
y los besos de tu boca
a mí me quitan las penas.
Vente, vente tu conmigo
vente, vente y ya verás
tengo una casita blanca
en medio del olivar.
Entre flores y olivares
tengo mi blanca paloma,
mi casita es un lucero
le da el sol cuando se asoma
y el cantar de los jilgueros.
Como errante peregrino
abrir mis alas al viento
mis cantares llevo dentro
y brotan de mi garganta
historias de sentimiento.
Este cante
tan flamenco es como el cantar de los jilgueros, me gusta más que el sonido de
la lluvia cuando moja los romeros.
La letra de
esta canción que cantaba mi padre Cuartillo, al recordarla en estos momentos me
hace llorar de emoción.
Recuerdos y
añoranzas tiernas y bellas épocas pasadas que en estas fechas navideñas al recordarlas
me pongo a llorar como un desconsolado muchacho.
Cuartillo
era mucho Cuarto más grande que el Piyayo gitano, que cantaba por Farina con
los días de feria y en la romería.
Eras la
alegría de la huerta y punto de unión de la familia, a tu lado nunca había
penas y eras el orgullo de Zarza de Granadilla.
Van
dedicadas estas letras para ese Piyayo zarceño, que se fue de gira algún lugar
inconcreto por la infinidad del universo.
Pero que gran padre, buen amigo y
maestro...es que este Cuartillo es eterno......cuanto te echo de
menos.....deseo que sigas dando buenos capotazos y mejores cantes por todos los
lugares del universo. Un fuerte abrazo y muchos besos...sabes padre mío que
siempre te llevo muy dentro.
Pasaron los
festejos navideños y hasta los Reyes Magos han recorrido todas las ciudades,
aldeas y pueblos repartiendo ilusiones, juguetes y realizando los sueños de
grandes y pequeños, que gozada de verlos a
todos
sonriendo tan contentos, y yo sigo navegando allén de los mares
por un
rumbo incierto.
Solo
acompañado del viento que a mi oído susurra su triste lamento y mi mente navega
como nave perdida en la tormenta, sin rumbo ni faro que me guie a un seguro
puerto. De mi interior sale un grito que es como un grave lamento deseando
seguir luchando contra viento y marea y procurando no perecer en el intento.
Dicen que
los hombres no lloran, pero yo a solas, en la inmensidad de este gran silencio,
lloro sin descanso y lamento mi desconsuelo ante tantas turbulencias de mis pensamientos y es que no soy capaz de ver
el final de todo esto.
La
imaginación es desbordante y supera a la realidad de los hechos, donde hay una
ligera brisa yo creo que es todo un huracán completo. Donde hay una calma
chicha, yo imagino que me balanceo.
Donde hay
unas pequeñas sardinas creo ver tiburones por cientos, y donde apenas existe
una ligera neblina yo lo veo todo oscuro y negro como si fuese la boca del
infierno.
Donde hay
unas nubecillas yo creo ver unos nubarrones que presagian un fuerte aguacero.
¿ Ficción o
realidad? Posiblemente si alguna vez
logro despertar todo habrá sido producto de mi imaginación, de una cruel
pesadilla que vino a visitarme en mis sueños.
Pero de
momento así son las cosas y así se los estoy contando, sin quitar ni poner,
solo contaré en cada instante lo que me vaya sucediendo y luego juzguen ustedes
si son realidades o desvaríos de este aspirante a escribidor zarceño.
No quisiera
que al final me pasara como a ese ilustre manchego, el de la triste figura, más
conocido por Don Quijote de la Mancha que junto a Sancho, su fiel escudero, que
confundía gigantes por aquellos molinos y así quedo tullido y dolorido todos
sus huesos de los golpes recibidos por aquellas aspas que movía violentamente
el viento.
Después de
leer tantos libros llega uno a perder hasta el intelecto y metiéndose en la
piel de los protagonistas soy capaz de dejar mi pellica de por medio.
Ay dolor ya
me volviste a dar aquí y en el mismo lugar. Con el atardecer me iré de aquí, me
iré sin ti, me alejaré de aquí, como un dolor dentro de mí, te juro corazón que
no es falta de amor, pero es mejor así, un día comprenderás que lo hice por tu
bien, que todo fue por ti.
La barca en
que me iré lleva una cruz de olvido, lleva una cruz de amor, en esa cruz sin ti
me moriré de hastío.
Yo sé que
sufriré y mi nave cruzará un mar de soledad, adiós, adiós mi amor, recuerda que
te amé que siempre te amaré. ( Chavela Vargas ).
En un
veintiocho de diciembre, día de inocentes comencé esta larga travesía y como
escribía en su diario Ana Frank escondida en su oculto refugio, así me ha
ocurrido a mí encerrado en las paredes de mi despacho y mirando a través de la
ventana, veo pasar realidades y ficciones que voy escribiendo a donde me lleve
este barquito velero, del uno a otro confín, recorriendo los recovecos de los
estados de ánimo y las turbulencias de mi calenturienta imaginación.
Y como de
poetas y locos todos tenemos un poco, yo que soy un modesto aspirante a
escribidor, algo de los rasgos de esta bendita locura se me pegará.
Como si
fuese una droga dura inyectada directamente en vena, seguiré escribiendo
letras, unas veces en prosa y otras en versos de poemas, denunciaré todas las
cosas que creo sean injustas y como paladín al igual que el de la triste
figura, con lanza en ristre lucharé fieramente para defender a mi amada
doncella Dulcinea.
De Quijotes
y Sanchos está el mundo lleno, Alonso Quijano al que sus vecinos llamaban el
bueno, un hombre que influido por la moda de su tiempo, lee todos las novelas
de caballería que circulan por el mundo literario, hasta el punto de perder el
juicio porque el insomnio le daña el cerebro.
Su amada
Dulcinea es la real Aldonza Lorenzo, criada a la que él ha idealizado.
Con unas
armas absurdas y su caballo Rocinante sale por los campos de Montiél haciéndose
armar caballero en un mesón para regocijo de las mozas y el mesonero.
Con su fiel
escudero Sancho va recorriendo mil aventuras para regocijo de todos los
lectores que lo vamos leyendo.
Al final
Don Quijote es derrotado por el caballero de la Luna Blanca, que no es otro que
Sansón Carrasco, amigo del protagonista y que le impone como castigo al haber
perdido la lucha el regresar a su tierra. Así lo hace y derrotado y enfermo
muere no sin antes recobrar la cordura.
Mis manos
en las sombras de la noche, en este mar de turbulencias, tejieron mil ensueños
con formas, versos y melodías.
Las ansias
esperan y en horas sombrías vienen las melancolías que las experiencias me
dejan.
Aun así los
días me enseñan que el dolor no es duradero ni la dicha es eterna, me muestran
que el amor es verdadero y es el único camino hacia mi paz interna.
Mi
pretensión primera es poder llegar a buen puerto, atracando mis calenturientos
pensamientos y dar por finalizada esta dura travesía naval.
Y para
pasar tantos ratos de soledad me quedo ligeramente traspuesto recordando o
imaginando un relato inspirado en un parque de atracciones abandonado.
Hoy voy de
visita a uno de los mayores parques de atracciones del mundo de mis sueños, es
un recinto amurallado como si se tratase de una fortaleza de la edad media.
Al llegar a
él compruebo que el paso de los años ha ido dejando escenarios misteriosos,
donde el silencio solo se rompe con el sonido que produce el aire al chocar con
los hierros de las viejas estructuras olvidadas por el tiempo.
Para mi
este fantasmagórico parque que existe dentro de mi imaginación me produce
terribles escalofríos solo de pensar que pudieran llegar a ser ciertos los
hechos ocurridos que se me vienen a la cabeza
Rodeado de
historias de misterios guardan todas y cada una de sus atracciones, desde la
mayor montaña rusa del mundo, hasta la noria gigantesca y el resto de las
atracciones.
Mi
imaginación vuela en mi interior y creo recordar que este parque dejó de
funcionar por falta de inversión y al no poder renovar y modernizar las
maquinas empezaron a ocurrir accidente inesperados que obligaron al cierre de
sus instalaciones.
Para los
amantes del misterio le contaré que este parque de atracciones guarda el
secreto de sucesos paranormales, como el de la desaparición de un menor de edad
que se encontraba en la montaña rusa. Cuando finalizó el recorrido, el joven no
estaba en el vagón, nunca nadie volvió a verle. Desapareció entre la niebla
cuando los raíles del tren pasaban por un bosque donde antiguamente había un cementerio.
Todo contribuye a alimentar la leyenda que ni la policía ni los dueños del
parque pudieron explicar.
Un frio
glaciar se apodera de todo mi ser cuando atravieso el campo donde sigue
instalado este parque de atracciones abandonado y un escalofrío recorre todo mi
cuerpo al notar que una mano por detrás se posa en mi hombro, me doy la vuelta
y no veo a nadie pero escucho como un alarido que procede de la parte de donde
dicen que existió el cementerio y salgo corriendo como alma que lleva el
diablo.
Recuerdo
que de pequeño montaba en todas sus atracciones y me divertía y disfrutaba como
un enano, pero ahora que no alcanzo a comprender si todo esto habrá sido
realidad o producto de m i imaginación, de lo único que tengo certeza es de que
los misterios me siguen dando mucho temor a pesar de que ya han pasado muchos
años de todo esto.
Un aire
gélido y una densa niebla empieza a apoderarse de todo el recinto y a lo lejos
empiezo a escuchar la música y el ruido de todas las atracciones como si se
estuviesen poniendo en movimiento.
En éstos
momentos , sobresaltado me despierto y compruebo que nuevamente todo es un sueño
pero que se repite con bastante frecuencia ¡lo habré vividos en otras vidas! Y
habrá sido realmente cierto.
Después de
ésta larga travesía he llegado a la conclusión que todo lo bueno de la vida se
lo debo al miedo a la muerte. Y todo lo malo al exceso de buena vida.
Creo que en
el futuro todo será distinto. Mientras la vida era corta los humanos la
malgastábamos en bagatelas. Cuando los humanos del porvenir vivan el doble, la
vida será lo más precioso y no querrán desperdiciarla ni ponerla en peligro por
nada del mundo. Cambiará la mentalidad y desaparecerán la prisa y el estrés.
Nadie sentirá la angustia de la falta de tiempo. Cualquier tarea se postergará
al límite. Ser un vividor ocioso será lo natural, del mismo modo que hoy es
heroísmo mal recompensado. Nadie podrá ser otra cosa teniendo todo el tiempo a
su disposición. El aburrimiento habrá sido abolido junto a la diversión. La
intensidad de los minutos en fuga será olvidada en favor de una vivencia serena
y desapasionada.
La vida
actual comienza como una carrera de velocidad y a mitad de recorrido, para los
que siguen en pie, se convierte en una prueba de resistencia. En ese dichoso
mañana que la ciencia nos promete, la vida se parecerá a un maratón
ralentizado.
Seremos
como dioses, sí, pero el tedio de la prórroga interminable puede ser mortal
para los inmortales. Y cuando estemos de verdad cansados de nosotros mismos,
potentes ordenadores se harán cargo de todo. Ya no tendremos que preocuparnos
ni de la supervivencia.
Después de
esta alocada carrera de galgos, a través de todos los océanos del planeta, un
duelo a cara de perro entre dos de los marinos más duros del mundo: yo y
mi circunstancia.
Mi barco
velero durante días cabalgando temporales salvajes. Como se fuese una regata
vuelta al mundo en solitario y sin escalas, uno de esos desafíos que demuestran
que algunos seres humanos estamos modelados con una pasta especial.
Hombre y
velero deben lidiar con eternas noches de vigilia en los mares más inhóspitos y
hostiles del planeta, apenas acompañados por los planeos de otros solitarios
majestuosos, los gigantescos albatros. Se enfrentan a mares formados y a olas
montañosas que han recorrido, sin freno, todos los océanos hasta convertirse en
gigantescas pirámides de agua y espuma que arrugan el ánimo del más valiente.
La disputa,
además, es una nueva entrega de una contienda antigua por dilucidar cuál de los
dos es mejor navegante, si mi: yo o mi razón de ser.
Aunque
tengo el timón en malas condiciones. Cuando va rápido, el barco es difícil de
controlar. He tenido varias trasluchas al coronar las olas con el velero.
Es algo
preocupante. Pero prometo que lucharé hasta el final.
Un barco
ciego, pegando bandazos en mitad del temporal. Una marejada, todo se dilucidará
en un sprint final.
Una vez
finalizado el día de los Reyes de Oriente, como si fuese un espléndido regalo y
por eso mis deseos los plasmo por escrito para que puedan realizarse, ya que
los Reyes son Magos pero no adivinos.
He llegado
a comprender que he cubierto dos ciclos existenciales, el primero de niño,
inmerso en mi claro amanecer al despertar a la vida, el segundo de mayor
soñando atardeceres de luces que se apagan prendidas en los alfileres de lo
vivido.
A todo esto
dando un largo paseo por la arena de la playa y a lo lejos donde se pierde la
vista, en la inmensidad del océano, acompañado con mi soledad, que en ocasiones
es la mejor compañera, recordando y aprendiendo del pasado deseo seguir
teniendo y viviendo con intensidad unas experiencias nuevas.
Y es que la
lejanía une mar y cielo como si se fundiese lo efímero con lo eterno.
Lo digo
desde el puerto: el mar, la mar ¡Y Dios en la última playa ¡
Creo que
esta larga travesía es parte de mis memorias, es un relato de mi vida personal
y que como testimonio quiero quedar reflejado en este libro.
Un viaje en barco sin rumbo cierto es, la
autobiografía de un aspirante a escribidor, de alguien que en muy diversas y
aún adversas circunstancias ha pretendido ser esa cosa un tanto extraña que se
llama poeta. Una vida itinerante que no reivindica más raíces que los buenos
libros o el arte, que por sí solos justifican la existencia, la compañía de mis
amores, el trato y la complicidad, no
exenta de humor, con ciertos autores que me han servido como fuente de
inspiración.
Las páginas
de este libro rememoran momentos de plenitud y derrota, avatares y pasiones, en
la vida de un aspirante a escribidor de nuestro tiempo.
El
despertar a estas inquietudes literarias, el enfrentamiento contra tantas injusticias,
la dedicación a la poesía y el homenaje a tantos seres queridos
que han desaparecido.
Todos
ellos, jalonados de una trayectoria entregada a la literatura, y en la que
lecturas y viajes, poetas y ciudades, forman el escenario privilegiado de la
memoria.
Soy un
hombre que como, bebo y respiro literatura, con mi afilada pluma lucho con
honradez y entrega plena, en defensa de los desvalidos, de sus pueblos y de sus
gentes. Valiente y osado defensor, como otros muchos perseguido por mis
enemigos.
He llegado
con un envidiable bagaje y con una vida llena de logros y de realizaciones al
servicio de las letras y sus espacios humanos.
Me gustaría
ser recordado como un hombre bueno, comprometido con mi Extremadura y con la
sociedad.
No soy
ningún líder, soy laico pero respeto a todo el mundo, un ciudadano normal que
de vez en cuando emito mis opiniones unas veces serán erróneas y otras
acertadas.
Alguien
dijo que los poetas somos magos que juntamos las palabras para que los
sentimientos invisibles se puedan tocar con los dedos del alma.