Dice un proverbio hindú:
un libro abierto es un cerebro que
habla:
cerrado un amigo que espera;
olvidado, un alma que perdona;
destruido, un corazón que llora.
Yo he tenido bastantes amigos que
esperan
y almas que perdonan,
en esa bella frontera
entre la literatura y la historia
de haber conocido secretos de vidas
intensas.
Dice Hector Frete mi amigo:
que la vida tiene dos caminos,
el que por fuera caminamos
y el más difícil el que caminamos por
dentro
¡ cuánta razón tiene este maestro ¡
La brisa me trae canciones de taberna
la niebla gotea sal marina,
yo como un pirata borracho en la barra
del bar
unas veces a proa y otras a popa
sin saber qué rumbo tomar.
Dice o decía mi amigo Metrio:
la desgracia de Machao
no se la dé Dios a nadie,
que Machao fue pá tó el mundo
y pá Machao no fue nadie.
Ahora que ha pasado el día de la poesía
y más recientemente la feria del libro,
con mucho entusiasmo y alegría
entusiasmado y lleno de orgullo
por haber podido terminar éste poema.
Dice la letra de un fandanguillo:
no preguntes por saber
que el tiempo te lo dirá,
que no hay cosa más bonita
que aprender sin preguntar.
Estas letras que hoy escribo
sin ningún orden ni concierto,
no sabiendo si estoy loco o algo cuerdo
si estoy dormido o despierto
es para entreteneros con mis versos.
Dicen todos los entendidos:
que tal y como lo pienso lo digo,
que aunque esto no es un soneto
para ser comercial estos versos que
escribo
les falta un buen estribillo.
Adrián
Sánchez Blázquez
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