Ahora
que estamos en el mes de mayo
tan hermoso y florido,
que resuenan en mis oídos la música del
Womad
que acaba de terminar,
en éste domingo, de buena mañana
en que estoy a solas con mi soledad,
nuevamente, una vez más
la vena de Cuartillo me empieza aflorar
su recuerdo en mi mente, a mi lado parece
estar.
Ahora
que este mes lo dedican a la Virgen
los creyentes
llenando el altar de flores, rezando
credos y salves
pidiendo a cambio diversos favores,
yo lo que más me acurdo en éste mes
es de la figura de mi padre,
que ahora va hacer un año que partió a
un largo viaje
marchándose con lo puesto, sin apenas
equipaje
con su bastón para poder apoyarse
para el van dirigidas todas mis
plegarias y Dios te salves.
Ahora
que lo único que tengo por seguro y
cierto
es que algún día iré a verlo en
concierto,
el saldrá corriendo al encuentro
fundiéndonos en un fuerte abrazo
entre padre, amigo e hijo,
y en lo alto del cielo
entre ruiseñores y golondrinas
sonaran risas y palmas por alegría
junto a la abuela María.
Ahora
que este Cuartillo
está en lo alto del cielo,
dando la vuelta al ruedo
como un Piyayo torero
recogiendo las orejas y el rabo
que ganó cuando estaba en la Isla,
cantando los fandangos del Farina
en aquellas mesanas tan largas
todos los días de la semana.
Ahora
que escucho a Joaquín Sabina
en mi ordenador en ésta linda mañana
sin haberme quitado el pijama,
sin ganas de hacer ningún crucigrama
viendo pasar la gente a través de mi
ventana,
ahora que corre por mi mejilla una
lágrima
recordando que la vida es tan breve
acordándome una vez más de mi padre
empezaré a dormir de día y a vivir de
noche.
Adrián
Sánchez Blázquez
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