Desde siempre los poetas
hemos hecho el amor con nuestras
celestiales musas,
astrales y amantes etéreas,
mirando la luz de la luna
contemplando el lucero del alba,
todas las constelaciones y planetas
a la llegada de la hermosa primavera.
A través de unas grandes ventanas
contemplando la hermosura de tu cara,
toda esa esencia maravillosa
como el azul del mar en la lontananza,
escapando como fugitivos en una barca
azotada por las embestidas de las olas
salpicando nuestras picaras miradas
enamoradas.
Desde siempre los poetas
en el otoño mágico
parecen volverse un poco locos,
sus enamoradas almas
sus corazones destrozados
por amores no correspondidos
que les tortura y desanima.
Pero detrás de una mente atormentada
siempre hay una clara esperanza,
el renacer de una nueva mañana
para encontrar a la persona amada,
y al compas de un baile y una bella
balada
nuestros cuerpos muy juntitos y con
ardiente calor
musitar al oído unas palabras de amor.
Desde siempre los poetas
hemos disfrutado de nuestros poemas,
creando versos y escribiendo letras
con más o menos acierto,
y es que de poetas y amores locos
el que más y el que menos
todos tenemos un poco.
Adrián
Sánchez Blázquez
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