La palabra no mata
pero hiere la arrogancia,
de cada uno de los canallas
que a los desprotegidos maltrata.
Es tiempo de levantarse en armas
para denunciar con palabras,
que salen del fondo de mi alma
desenmascarando a tanto proxeneta.
Esa trata de blancas
que en los burdeles permanecen
enjauladas,
generando a sus chulos tantas ganancias
a cambio de drogas y alguna que otra
paliza.
Traídas del extranjero
engañadas y a cambio de mucho dinero,
para trabajar como empleadas de hogar
pero son encadenadas en los clubs en la
barra del bar.
Como los que se embarcan en las pateras
intentando atravesar ese mar bravío,
rumbo a lo desconocido
si alguno de ellos consigue llegar vivo.
Esto es una canción denuncia
es una dura protesta,
intentando salvar a tantas extranjeras
que se encuentran en situaciones
extremas.
Adrián
Sánchez Blázquez
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