A mi me acompañan siempre los versos
que para este aspirante a escribidor
saben a besos,
como dice Quevedo: mi vida acabe
y mi vivir ordene.
Intento sobrevivir a mi mismo
no me doy nunca por vencido,
puedo perder el combate por KO técnico
pero nunca abandono por miedo.
Cuando me dice algún amigo
ojalá vivas muchos años,
pienso que habré hecho yo para merecer
esto
si ya estoy a un paso del descanso
eterno.
A veces cuando no escribo
parece que me encuentro menos vivo,
solo aspiro a escribir y ser recordado
por algunos amigos
con los cuales he tomado alguna copa de
vino.
De vez en cuando viene bien un descanso
nunca he querido ser un campeón del
trabajo,
y en el terreno político
no milito en ningún partido.
Como dijo Ortega
la política es una tarea desalmada,
un empacho inevitable, como una empanada
cuando se escribe, no puedes ignorarla.
No
quiero tener largos proyectos
pudiendo perecer en medio de ellos,
quisiera reunir algunos dispersos poemas
con los cuales finalizar este dilema.
Adrián
Sánchez Blázquez.
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