El fin del invierno se acerca
sin apenas haberme dado cuenta,
llego a la primavera
con renovadas energías y nuevas
promesas.
Ha sido un invierno seco y estepario
los campos están achicharraos,
ojalá que esta legre estación nueva
sea lluviosa y vea crecer la hierba.
En esta estación tan seca
no brotan no los cereales de cosecha,
aunque nevadas están las sierras
muy peladas y resecas están sus laderas.
El fin del invierno llegó
llevándose sus gélidos fríos,
que a tantos pobres tenía arrecíos
al calor de un brasero encendío.
Porque siempre que llueve escampa
después de un nublao siempre viene una
clara,
la producción de los sueños es tan
creativa
que donde hay imaginación la llama sigue
encendía.
Dibujando mapas de ilusión
como los anuncios del tiempo en
televisión,
ver como se aleja la tormenta
sintiendo mi alma tranquila y serena.
El fin del invierno llegó
a una nueva estación he aterrizao,
con nuevas expectativas y retos
no iba a ser menos.
Si hago el balance de esta temporada
he tenido cosas buenas y malas,
empiezo esta primavera con mucha ilusión
ya hace tres años de mi prejubilación.
Me reúno de vez en cuando con mis
amistades
disfrutando con ellos, capeando los
temporales,
jugando con el día a día
viendo como pasa rápidamente la vida.
Mi viaje más largo
comienza con un solo paseo,
que va desde mi nacimiento
hasta dar con mis restos en el
cementerio.
El fin del invierno se acerca
de refresco compongo nuevos poemas,
habiendo participado en la carrera
me va quedando menos para llegar a la
meta.
Adrián
Sánchez Blázquez
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