miércoles, 18 de enero de 2017

Un viaje en barco sin rumbo cierto


 

Un viaje en barco sin rumbo cierto

 

Con más de sesenta años a mis espaldas, mi cabeza completamente llena de canas y alguna que otra calva, en un veintiocho de diciembre, día de los Santos Inocentes, de buena mañana me encuentro predispuesto a empezar a escribir mi primera obra en prosa, aunque sea un microrrelato deseo que las musas me sean propicias para esta ardua tarea en la que acabo de embarcarme.

Sin rumbo cierto atravesaré mares y océanos cual pirata en su velero bergantín, intentando no quede en una mera inocentada, procuraré arribar a buen puerto aunque sea en los confines de otros mundos.

 

Hay tardes en las que uno desearía

embarcarse y partir sin rumbo cierto,

y, silenciosamente, de algún puerto

irse alejando mientras muere el día.

 

Emprender una larga travesía

y perderse después en un desierto

y misterioso mar no descubierto

por ningún navegante todavía.

 

Aunque uno sepa que hasta los remotos

confines de los piélagos ignotos

le seguirá el cortejo de sus penas.

 

Y que al desvanecerse el espejismo,

desde las glaucas ondas del abismo,

le tentarán las últimas sirenas.

 

Después de leer estos hermosos versos de Emoción vesperal de Ernesto Noboa Caamaño, compruebo que en el mar de mis sueños reina una calma chicha, apenas corre una ligera brisa, la mañana está muy fría, a lo lejos diviso unas nubes muy bajas y me veo rodeado de una inmensa bruma marina.

El velero de mi intelecto parece estar anclado en medio del océano y aunque tengo izadas todas las velas, debo esperar a que corra un ligero viento o marea para que pueda desplazarme por todo el ancho y largo mar de mi imaginación.

 

Sueño con quimeras

para afrontar mis propios miedos,

y debo vencer todas mis fobias

para librarme de todos los peligros.

 
Invoco a todos los dioses del Olimpo y a todas las fuerzas del Averno para que me envíen un poco de aire fresco y poder empezar a navegar con mi velero por la inmensidad del cielo, encontrarme con duendes y elfos y con sirenas marinas que con sus melódicos y enamoradizos canticos hagan que esta dura travesía sea un poco más placentera.

Los delfines, ballenas, focas, morsas y osos polares así como una cantidad ingente de animales, aves y peces hasta ahora por mí desconocidos serán mis compañeros cuando atraviese los helados glaciares.

Y ya metido en ese mar profundo tendré que luchar contra pulpos gigantes y algún que otro monstruo marino que me tropezaré por todo este largo y ancho camino de mi espiritualidad que finalmente deseo encontrar.

Aunque la travesía se presenta muy larga y no exenta de peligros y riesgos deseo que las deidades marinas me ayuden a salir indemne e ileso de todo esto.

En mi cuaderno de bitácora iré relatando el desarrollo de  este largo viaje, para dejar constancia de todo lo acaecido en el mismo y la forma en que he podido resolver cada uno de los problemas que se presenten.

Y es que en el mundo de los sueños todo es posible y como soñar cuesta tan poco, es una maravillosa aventura el poderse lanzar a esta nueva experiencia, sorteando galernas y escollos para poder llegar al faro del fin del mundo.

Para esto viviré la vida ante todo. Beberé abundante leche de la ubre de la vida para nutrir mis futuras creaciones. Para escribir buenos relatos debo embarcarme en algún puerto. Recorreré el mundo ganándome el sustento con modestas ocupaciones, y soportando la pobreza. No me apresuraré a tomar la pluma. Me someteré al dolor y al sufrimiento. Aprenderé de las miles de personas que encuentre a mi paso. Procuraré no tratar de esquivar la angustia que me ocasionen los demás o las adversidades que tenga que experimentar para hacerlos felices. Quiero escribir buenos relatos. Antes que nada trataré de olvidar este deseo. Emprenderé un viaje sin pensar en un rumbo fijo. Agudizaré la vista, el oído, el olfato y el apetito. Esperaré con el corazón abierto. Tal como hizo Cervantes, por supuesto.

Pensaré en los cuentos de mi niñez en los cuales hasta los dragones me resultaban increíblemente hermosos a pesar de las llamaradas de fuego que arrojaban, ya no me acuerdo muy bien si era por las narices o por la bocas.

En aquellos otros en que los pastores se casaban con lindas princesas y los príncipes con ranitas encantadas.

Los enanitos cuidando de Blancanieves para que no fuese envenenada por la malvada bruja.

Los cabritillos y mamá cabra bailando cogidos de la mano con los feroces lobos en éstas fechas navideñas.

Caperucita Roja y su abuelita invitando al lobo y a los cazadores a comer peladillas y turrones.

Pulgarcito y sus hermanos junto a sus padres comiendo mazapanes y polvorones en el bosque en su linda casita.

Y de tantos y tantos cuentos y leyendas que de tanto escucharlos a parte de con unos ojos atónitos de emoción terminábamos por aprenderlos en éstos días de Nochebuena. Alrededor del fuego de la hoguera de la chimenea, cenando todos en familia, sentados en la mesa, degustando ricos manjares que solo se toman al cabo del año por estas fechas.

No quisiera llegar a aburrirme, esta palabra viene de burro y evoca la vida del pobre animal que da vueltas alrededor del la noria recorriendo, una y otra vez, el mismo camino.

Como buen alumno que valoro más mi progreso que los resultados, y me siento satisfecho plenamente por lo que aprendo sin necesidad de ufanarme de ello frente a los demás.

Porque soy un buscador de la verdad. La busco porque soy consciente de que deambulo por un mundo en movimiento, lleno de ilusiones y de imágenes que son solo aparentes, y porque sé que no he aprendido la frontera entre lo verdadero y lo falso, lo real y lo imaginario, la mentira y la verdad.

He llegado a comprender por fín que la verdad, como la luz de la luna, está en todas partes e ilumina a todos los que la buscan con humildad y ganas de recibir su luz.

Solo hay que dejarse llevar por la cultura y la historia de los pueblos y ciudades, y en alas de la imaginación portentosa sin prisas empezar a disfrutar de cada uno de los detalles en cada instante.

Cuando el barco pierde el rumbo no es la mejor solución convertir el timón en una ruleta. Todos los números contienen un bonito regalo, pero los poetas que cantan al amor aseguran que con el número dos nació la pena, como escribe Leopoldo Marecha en su poema Del Amor Navegante.

 

Porque no está el amado en el amante

ni el amante reposa en el amado,

tiende Amor su velamen castigado

y afronta el ceño la mar tonante.

 

Llora el amor en su navío errante

y a la tormenta libra su cuidado,

porque son dos: amante desterrado

y amado con perfil de navegante.

 

Si fuese uno, amor, no existiría

ni llanto ni bajel ni lejanía

sino la beatitud de la azucena.

 

¡ Oh amor sin remo, en la unidad gozosa

¡ Oh circulo apretado de la rosa

con el número dos nace la pena.

 

Tal vez es producto o consecuencia el vivir separados. El amante es aquel que hace lo que le gusta y lo disfruta, como quien escribe o pinta, quien es ingeniero- ingenio para crear, construir. Los amantes son los que se apasionan por lo que hacen y comparten con sus amores.
Dos personas no se aman, entonces hay rencor. El amante resiente que ella no lo quiera y la amada desdeña al que le ama. El mar representa la lejanía entre ambos, la separación.

Pero es un mar embravecido precisamente, esa distancia que ambos toman entre ellos es rencorosa.

Como una tormenta: tempetuosa, fuerte

atronadora, el que ama es echado

fuera de su amada, ya que no le ama

la amada cual navegante

se pierde en esa lejanía

problemas en la pareja.

 

Al no ser uno compacto

si fuesen un uno compacto

si fuesen una pareja de enamorados,

sino dos debido al desamor de ella

y el resentimiento de él, por el rechazo,

son dos números

por eso con el amor nace la pena.

 

Empieza a soplar un viento huracanado, un oleaje sacude con fuerza mi velero, como si fuese una salvaje galerna y sin apenas haberme dado cuenta me veo transportado al pantano de Gabriel y Galán, a las mismas puertas del hermoso y monumental castillo de la villa de Granadilla.
Monumental fortaleza defensiva cuyos orígenes se remontan al siglo XII, se encuentra en el despoblado pueblo de Granadilla, antiguo señorío de
Granada, que era una antigua villa amurallada de origen feudal en el noroeste de la provincia de Cáceres. El pueblo de Granadilla cacereño se llamó Granada durante la edad media hasta que la conquista del Reino de Granada por los Reyes Católicos Isabel y Fernando en 1492. A partir de entonces le pusieron el nombre de Granadilla para evitar confusiones.

Esta localidad está despoblada, se encuentra rehabilitándose parcialmente tanto su muralla como algunas calles y casas de su casco, está declarado conjunto histórico-artístico.

El paraje y todo su entorno es un sitio privilegiado, rodeado de pinares y eucaliptos, donde  habitan caza mayor y una diversidad de aves, así como una gran cantidad de fauna piscícola.

La verdad es que no sé como he podido llegar hasta este hermoso lugar, ya que estaba parado con mi velero en medio del océano y me he sentido transportado como por arte de un hechizo o encantamiento.

En lo alto del firmamento ahora que está anocheciendo veo el Lucero del Alba, otros lo llaman la Estrella que guió a los Reyes de Oriente hasta llevarlos a adorar al Niño Jesús en Belén, en aquel humilde pesebre.

Esta noche hermosa en la que las estrellas parecen brillar más de lo habitual, una luna nueva reluce casi tanto como el sol, dando una claridad inusitada sobre la tierra y como aquella canción de mí niñez veo correr las liebres por las aguas del mar y por el monte las sardinas.

No sé si será todo un sueño o producto de haber tomado algún tipo de droga alucinante, a lo lejos veo los Reyes Magos y en lugar de ir montados en camellos, cada uno va en una gran nave, cargaditas de regalos, atravesando lo largo y ancho del mar y un hada buena les guía por toda la geografía para que puedan repartir los juguetes e ilusiones a todos los mayores y a toda la chiquillería.

Bendita ilusión, ojalá no se pierda nunca en nuestras vidas.

Si camino sin rumbo, debo asegurarme de no saber a dónde voy. Que pasa cuando la vida te vuelve a llevar a lugares que nunca fuiste?, o cuando te hace volver a ver cosas que  nunca viste? O te hace volver a sentir cosas que nunca sentiste?. Como es esto posible?. Esa sensación de que algo ya lo habías visto? O que ya lo conocías? Y en realidad no tenías idea de su existencia?

Lo que voy a contar puede ser real o no, puede tocarte o no, y no es ni mala suerte, ni karma…….es el destino?.

Mi verdad es mi verdad, mi destino es mi destino y las cosas que ocurren a lo largo de mi vida, son actos puntuales que acontecen en un momento preciso de la misma. Sin embargo, ese día fue más que eso. No puedo explicar con palabras la sensación de hacer algo por segunda vez, siendo la primera vez que lo hago. Si te parece confuso leerlo, imagínate vivirlo.

Lo único cierto que puedo afirmar con total seguridad es que me gusta caminar, o al menos me gustaba. Siempre fui de ir caminando a todos los lugares, había días en los que no tenía que hacer, y salía a caminar, sin rumbo solo yo, mis vicios, y la vida. Sin embargo, muchas de estas veces que salía a caminar sin rumbo, terminaba en algún lugar ya conocido, sea una plaza o lo que sea, pero siempre terminaba en algún lugar conocido.

Iba paseando por un largo e interminable camino cuando en dirección contraria  una persona venía con la cabeza gacha sin ni siquiera notar mi presencia, cuanto más se acercaba más sentía conocerlo, sin ni siquiera saber quién es.

Nos encontrábamos justo encima uno del otro, mi cuerpo ya no era mío, sentí aquel lugar como mi casa y aquel ser como parte de mí, lo único que llegué a distinguir fueron sus ojos, sus ojos…..eran mis ojos.

Un gran largometraje con imágenes de mi vida entera en retroceso pasó por mi cabeza, luego comencé a visualizar imágenes de momentos que no eran míos, de una vida que no era la mía, e imágenes de una muerte horrible y auto infligida, de una muerte forzada y anti natural, de una vida injusta y de un encerramiento forzado por una injusticia y a pesar de que esa no era mi vida ni mi muerte, pude sentir ese dolor.

Me internaron por contar recuerdos en mi trabajo, recuerdos algo locos e improbables lo admito…..pero reales, tal vez no voy a salir de la mejor manera, pero al menos ya no voy a estar ahí dentro, con todos esos dementes. Dicen que estoy loco, que eso nunca paso, que es imposible que recuerde algo como mío, si todavía no había nacido, dicen que todos esos recuerdos de esa vida tan plena son solo mi imaginación.

Hoy, en éste momento, antes de irme para no volver, puedo decir con certeza que se lo que pasó….la razón por la cual ese recuerdo es tan real, tan vivido, al fín la entiendo.

Siempre, toda mi vida, hasta hoy….estuve mirando las cosas desde el lado equivocado, esa noche…..hace setenta años, ese chico con mis mismos ojos, que caminaba con la cabeza gacha era yo, el otro chico del que tengo recuerdos tan vividos como míos, de su familia, de sus amigos, recuerdos que me llevaron a estar aquí encerrado hoy, fue una pobre vida que tomé para volver a tener una segunda oportunidad y de igual manera que con la vida, me quedé con los recuerdos.

Hoy me doy cuenta que esa oportunidad la desaproveché y volví a quedar encerrado en éste horrible lugar donde ya viví encerrado antes, y donde ya morí, no sé cuantas veces llevo en este enfermizo e insoportable ciclo.

Pero ahora escribo esto para recordar, que cuando acabe con esta agonía, voy a volver a ser ese chico de cabeza gacha con los mismos ojos, que va a deambular sin rumbo como siempre lo hice antes de estar atrapado, esperando la próxima vida para tomar mi próxima oportunidad, no sé cuántos recuerdos y vidas llevaré pero esta vez, si tengo que aprovechar.

Este es mi verdadero yo

Ahora a mis cincuenta y trece años recuerdo como canta Ana Belen: Yo también nací en el 53, aunque ahora estoy  lleno de achaques, que si el colesterol, bilirrubina, gota, exceso de hierro, del estómago mejor ni te cuento y esta maldita temblaera en la mano que cada vez me trae más de cabeza, con problemas de vejiga que me obliga a ir al servicio cada dos por tres por la cosa de la orina, y de lo otro para que te voy a contar, como cantaba Antonio Machín: la fuente se ha secado, las azucenas están marchitas.

Tengo tantos males y achaques que podría escribir un vademécum médico, pero a pesar de todo ello, con el buen humor que me caracteriza, será por tener sangre de Cuartillo, que era un ser único e irrepetible y cantaba un fandanguillo en cualquier motivo, siempre en mis labios una sonrisa, sigo tirando para adelante ya que la vida es bella y como solo se vive una vez hay que disfrutar en cada instante como si fuese el último.

Que conste que todo esto es real como la vida misma y que a pesar de ser un veintiocho de diciembre no es ninguna inocentada…jejeje..jajaja.

La imaginación es portentosa y hace realidades increíbles, irrealizables e inalcanzables cosas solo con cerrar los ojos y creer en que se van a realizar todos los sueños. El soñar amigos míos es gratis, lo que hace falta es que seamos realistas y sensatos, pensemos en positivo y de esta suerte será más fácil y factible que podamos alcanzar y lograr nuestros objetivos.

En estos precisos momentos me encuentro más perdido que Willy en Benidorm en la playa en pleno mes de agosto. Ya no sé si voy o vuelvo o que habrá sido de aquel que un día de inocentes salió a navegar en un velero, en busca de algún destino incierto, si habrá conseguido llegar a buen puerto o habrá aterrizado en algún desierto, ya que las últimas noticias que tenía del susodicho elemento es que andaba enredado con los festejos navideños, parece ser que había llegado a Laponia y como un Papá Noel más había encontrado currelo y estaba preparando el cargamento de regalos y enganchando los renos al trineo, como tantos extremeños que han tenido que marcharse de ésta bendita tierra de Extremadura para encontrar trabajo en el extranjero.


A todos y cada uno de ellos en estas fiestas les deseo:

 

Para este año nuevo

es la bendición del romero:

que salga lo malo

y entre lo bueno.

 

Con una feliz salida

y una mejor entrada,

que todas las noches sean días

que en lugar de llantos haya risas.

 

Son días de recordar personas que ya no están a nuestro lado, lo que nos produce nostalgia y dolor, pero por otra parte son días de reencuentros familiares y pasarlo muy bien todos juntos.

Que la estrella Polar que es la que ahora me importa siga guiando mis pasos y la de mi velero bergantín a través de la inmensidad del océano y aunque con vientos racheados y feroces galernas pueda seguir manejando con mano firme el timón hasta llegar a los confines de éste mundo, conociendo otras gentes y aprendiendo nuevas costumbres y enriqueciéndome con estos conocimientos poder regresar a puerto seguro, a pesar de tantos peligros que tendré que ir sorteando pero a estas edades ocurre como a los niños, la juventud es temeraria e impulsiva y como ya viene uno de vuelta de tantas cosas en ocasiones nos vestimos de cierta importancia.

Pero para eso están las reglas, nos dicen que para cumplirlas y yo digo que también están para saltárselas a la torera. Ya que si no, tanta rutina termina uno por caer en la monotonía y el aburrimiento y eso sí que no, por ahí no paso.

A vivir que son cuatro días y la mitad del tiempo lo pasamos durmiendo.

La vida es hermosa y bella y como solo se vive una vez, hay que vivirla intensamente cada segundo, como si fuese el último de ellos. Aunque hay algunas personas que creen en la reencarnación y en volver a vivir otras vidas, pero decía mi padre Fermín Cuartillo que le decía su tío Cachera

Que después de burro muerto, la cebada al rabo y si no lo querían enterrar que lo tirasen detrás de la ermita del Cristo en cuyo campo se criaban unos cardos borriqueros de dos metros de altura y es que en esta bendita tierra zarceña hasta los cardos con su bella flor rosácea y azulina tienen su encanto.

 
Zarza de Granadilla

cuna de poetas y artistas,

tierra de cantaores gitanos

en sus ferias de ganaos.

 

Lo cantaba el poeta en sus versos y poemas

los de Baños, judíos y tacaños,

los de Hervás, judíos los más

los de la Zarza, gitanos.

 

Zarza, pueblo de secano

de cereales en grano,

con la llegada del regadío

creció y fue un pueblo más rico.

 

Como errante peregrino

voy recorriendo senderos y caminos,

hasta encontrar mi destino

en los confines del cielo infinito.

 

Por muchos lugares que vaya

cruzando ríos y montañas,

a mi pueblo de Zarza

siempre lo llevaré en mi corazón y alma.

 

Recorreré trochas y vereas

una vez que he salido de mi tierra,

como caminante y contador de historias

siempre cantaré a mi tierra zarceña.

 

Zarza de Granadilla

brava villa torera,

de las más hermosas tierras

que tiene nuestra Extremadura.

 

A esa Zarza tan torera y gitana

de mujeres lindas y hermosas,

con una gran plaza de toros

para disfrute en las fiestas de sus mozos.

 

A penas voy por la mitad de la travesía, acabo de atravesar un estrecho y sin apenas haberme dado cuenta estoy disfrutando de un año nuevo, habiendo dejado atrás este dos mil dieciséis bisiesto.

Ojalá que este dos mil diecisiete venga completamente cargado de mucha salud y mejor suerte para todos los seres vivientes. Que sea un año redondo, un año diez como la suma de sus cifras: 2+0+1+7= 10 y podamos seguir creciendo en sabiduría y experiencia.

Cayendo y levantándonos es como creceremos ya que si permanecemos en el suelo es como morirnos.

En la inmensidad del océano, mirando a lo lejos no llego nunca a alcanzar con la vista los confines del universo.

Dando vueltas a la cabeza y a mis pensamientos llego a la conclusión que solo tengo un Dios, su nombre es Muerte y todos los días le digo:  hoy no me toca..jejeje…jajaja.

Y sin echar las campanas al vuelo sigo navegando sin rumbo cierto en mi barquito velero allá hasta donde me lleve la fuerza del viento.

Sin prisas pero sin pausa sigo cruzando etapas, día tras día, sin conseguir divisar la orilla y poder decir como aquél Pinzón cuando llegaron a América: tierra a la vista.

La travesía se me está haciendo eterna, muy larga, ojalá consiga aclarar y poner en orden todas mis ideas y tranquilicen finalmente mi alma,  corazón y vida, pues creo que me hace mucha falta.

Debiendo ser tan sencilla y hermosa vivir la vida parece mentira como la complicamos y lo difícil que la hacemos los humanos. Lo sabia que es la madre naturaleza y como nos encargamos de destruirla toda ella.

En el pecado creo que ya llevamos la penitencia consigo y reafirmando una vez más que somos el único ser viviente que tropezamos más de dos veces en la misma piedra. Somos animales de costumbres y parece mentira que a pesar de tener raciocinio tengamos costumbres tan malas.

En todo lo largo y ancho de la travesía nautica, después de tantas millas recorridas quisiera ser un viajero, penitente, sin el rumbo fijo del destino que mira como este viajero que vaga por el mundo de versos buscando fugaces letras de poemas.

Las lágrimas afloran a mis ojos mirando las estrellas en plena inmensidad del universo.

Aunque estamos en un año nuevo, sí, pero estoy triste y pensativo como somos los poetas que libamos las copas en sus letras extrañas, amorosas, y músicos ocultos huyendo de la muchedumbre, yo me escondo bajo el tejado de las letras de un poema. Descubriendo que el amor no es fantasía, el amor es poesía y saldré a buscarte por los arroyos, ríos y mares, atravesaré el puente que conecta mundos diferentes, yo no se si algún día llegaré a encontrarte, pero tal vez por donde se halle la vida, sea por donde al fin te encuentre.

Pasaré las hojas del calendario y daré por finalizado todo lo malo del año viejo y colocando el nuevo almanaque, lleno de renovadas ilusiones, ojalá por fín pueda encontrarte.

Y que cada hoja que pase sea una etapa menos la que quede para alcanzar llegar a puerto seguro, pero como la ilusión es lo último que se pierde, voy a empezar a escribir la carta a los Magos de Oriente, porque estos señores son magos pero no adivinos, por lo que debo escribir mis deseos con letras de mi puño y con pulso firme.

Y aunque de poetas y locos todos tenemos un poco, para mí es como la droga dura, que ni escribiendo se me cura, pero es un gran divertimento con lo que yo mucho disfruto.

A lomos de un caballo llamado libertad surqué montes y valles, llegando tan lejos como fue capaz de llevarme el viento, atravesé los confines de la tierra y por todo ello me veo embarcado en el medio del océano para otros lugares descubrir y poder llegar a encontrarme finalmente conmigo mismo.

Ojalá que las embravecidas olas de este mar me acerquen a la costa, el viento que mis cabellos despeina sea fuente de inspiración para escribir bellas letras ya sea en verso o en prosa.

El sol, la luna y las estrellas todos los días me acompañan, nubes negras y algún que otro aguacero que cala todos mis doloridos huesos, el barco parece volcar con las olas enfurecidas de esta dura galerna, ojalá sea capaz de llegar a tierra aunque sea agarrado solamente a una tabla, que parece que es lo que va a quedar del velero, tuve que arriar el velamen para que no lo destruyese la fuerza del viento.

Deseo que el temporal amaine y pueda un poquito mi espíritu calmar, ya que tengo los nervios a flor de piel, no puedo incorporarme y ponerme de pié por miedo a saltar por la borda al dar algún traspiés.

Todo mi cuerpo esta magullado tanto por dentro como por fuera, producto de la inclemencia del tiempo, solo me mantiene con relativa calma la fuerza de mis poderosos principios, que son los que me han llevado a realizar esta travesía, será una experiencia nueva, que enriquecerá mi vida, dotándola de un cierto tipo de espiritualidad.

Cuando la negra noche arrope la belleza de las estrellas, la hermosa luna nos alumbra como si fuesen lluvia de luciérnagas.

A la luz  de la luna y lleno de temores, me encuentro anonadado y sintiéndome tan insignificante y perdido ante la inmensidad del universo y aunque el tiempo viaja muy deprisa y apurado, yo en cambio lento y pausado.

La luz del alba me salpica, su rocío me acaricia, como para dar ánimos a mi desconsuelo, la rutina de un nuevo día se aproxima y sigo aquí nuevamente despierto.

Pasan los días y los años y mis cabellos cada vez más blancos y como errante peregrino seguiré buscando caminos inciertos, llorando sin desconsuelo por no encontrar un rumbo cierto que me lleve a buen puerto y no llego a saber si todo esto habrá sido cierto o producto de un sueño.

 

Las olas del mar bravío

chocan contra las rocas

y yo quiero que tus labios

choquen contra mi boca.

 

Las normas y las reglas están hechas para cumplirlas, pero yo como soy un aspirante a escribidor y poeta, en ciertos momentos me gusta saltármelas a la torera.

En estos tiempos pasa todo tan deprisa que llega el momento de que no se si voy o vengo o ¿depende?, como dicen los gallegos con una pregunta contestan siempre a otra que les hagan.

El tiempo amenaza tormenta y no tengo ningún lugar seco en el velero para guarecerme de ella, lo que en tierra firme por ser de la Extremadura seca canto bajo la lluvia en el campo y tanto me alegra, en estos momentos, otro chaparrón de agua mi estado de ánimo altera y maldigo hasta la más insignificante nube que por el horizonte se acerca.

Y sigo a solas con mis pensamientos en la inmensidad del océano, de tanta lluvia creo ya tener hasta goteras en la cabeza. Ojalá al menos esta experiencia me sirva para aclarar tantas dudas existenciales que tengo en el fondo de mi sesera.

Empiezo a divagar con esos cuentos que empezaban con: erase una vez un lobito bueno que con la ayuda de la abuelita pide excusas por haberse zampado al leñador que había raptado a Caperucita Roja y quería haberla llenado el buche de piedras mientras se le hacía la boca agua pensando en las tiernas carnes de una Caperucita que se parece más a Pulgarcito que a ella misma.

Pobrecita, debe estar en la barriguita del buey, porque no se escucha su voz desde hace días. Pero no hay duda, el taimado carnicero acabará engulléndola. El cuento no es más que una estrategia para darle caza definitivamente y , de paso, echarle la culpa a los trol, que según el, se frotan las manos mientras son testigos de su cacería.

Después también había un príncipe malo, una bruja hermosa y un pirata honrado….pero eso es ya otra historia y lo dejo para otro momento y terminaban siempre estos cuentos con: y materile, rile, ron…este cuento se acabó.

Sigo escribiendo en mi cuaderno de bitácora todo lo que ocurre en mi entorno, que no es poco, unas veces confundiendo realidades con sueños y es que me resulta todo tan extraño que como dijo aquél cubano: es que a mí la noche me confunde, y yo añado que también el día porque ya he perdido la cuenta de cuando partí de mi tierra y no veo el momento de regresar a ella.

Parece como si se hubiese abierto la Caja de Pandora y haber salido todos los males del mundo, menos mal que aún queda dentro de la Caja el espíritu de la Esperanza y ya sabemos que: La Esperanza es lo último que se pierde.

Hesiodo clasifica a Pandora como “ mal bello “, sin mujer, la vida del hombre es impracticable, y con mujer, todavía más impracticable.

Debo tener más de cuarenta grados de fiebre o producto de alguna insolación ya que empiezo a pensar y convencerme a mí mismo que esta inquietud es la razón de mi vida.

Este espíritu inquieto es que tengo y siento la necesidad de saltar de aquí a allí, un bagaje que me ha cambiado la vida, enriqueciéndome interiormente, llegando a convertirme en una persona con una dimensión
más amplia y global, capaz de ver con una visión universal y de nuevas y diferentes oportunidades.

Soy consciente que la peor crisis no es la económica, si no la de los valores y principios. Creo que esta travesía que estoy realizando me ayudara a crecer humanamente y a compartir y contribuir con mi experiencia a ayudar a otras personas. Me considero un cazador de emociones y creo que eso nunca se agota, sobre todo si eres inconformista.

Mis males y achaques por momentos se recrudecen y acrecientan: ese dolor de estómago y sin tener omeprazol a mi lado que mitigue esos duros punzazos que siento. Cada dos por tres evacuando la vejiga por tener ese dichoso mal de orina. El comer tanto pescado me produce caguetilla y con tanta humedad y frio intenso me produce un dolor agudo en todos mis huesos, mi mano tirita, producto de mi regilera de nacimiento, herencia de la familia Cachera, con lo que mi pulso no es nada firme, por lo que dudo que todo lo que estoy escribiendo en el cuaderno de bitácora pueda llegar a ser medianamente inteligible y pueda leerse algún día si soy capaz de llegar a tierra firme. Por momentos siento que la muerte me acecha, un ente apoyado en mi hombro me espera tranquilo. Algo que no puedo explicar con palabras, pero como siempre le digo que hoy no es mi día.

Veo pasar las noches y los días en un pis pas y esto me recuerda la fugacidad de la vida, es algo que ocurre de forma natural e intrínseca en nosotros. Debo aprovechar el momento presente sin esperar el futuro, dejando para mañana lo que pueda hacer hoy, debo vivir mi vida que valga como diez.

Me gustaría ser un mágico viajero que va por los confines del universo con mi espectáculo de magia cómica, utilizando el gesto en lugar de la palabra con participación activa de todos los que me están viendo en cada momento.

De pronto me veo envuelto y rodeado de una espesa niebla que no me deja ver más allá de dos palmos y temo que pueda llegar a zozobrar mi embarcación y arrastrarme hasta lo más profundo del abismo si chocamos con algo imprevisto.

Intentaré tranquilizarme pensando unas letras para componer una nana a mi futura nieta Marta y cuando llegue el feliz acontecimiento de su nacimiento al contarle todo esto con muchas fuerzas nos reiremos.

 

Nana para mi nieta Marta

 

Voy a cantar una nana

para que mi nieta Marta se duerma,

le cantaré el Perantón de la Zarza

y unas rondeñas de Villanueva.

 

Duerme mi bella Marta

que tu abuelo te la canta,

mientras tu madre vela tus sueños

estos versos vuelan al cielo.

 

Este abuelo zarceño cantor

estas letras canta con mucho primor,

a esta nieta con mil amores

resonando los versos con voz suave.

 

Tranquiliza y estate quieta

duerme un poquito la siesta,

que aquí está tu abuela

meciéndote la cuna muy serena.

 

Deja descansar un poco a tu madre

ya que no paras ni de día ni de noche,

tienes una bonita sonrisa

pero cara de un poquito pilla.

 

Como diría tu bisabuelo Fermín Cuartillo

cantándote hermosos fandanguillos,

pero que quiere esta Mojica

que tanto patea dentro de la tripita.

 

Que los Magos de Oriente

te traigan muchos presentes,

y en este año entrante

en Marzo felizmente lleguemos a verte.

 

La espera se hace muy larga

para la mamá que sufriendo aguarda,

pero en cuanto te tenga en su regazo

todo será alegría y celestial canto.

 

Pero que cosas se me pasan por la cabeza y como tengo todo el tiempo del mundo, estos pasatiempos de escribir en prosa o en verso es el mejor de los entretenimientos y de los cuales disfruto en todo momento.

En este tiempo navideño me gustaría llenar mi casa de pasión y calor y alrededor del portal de Belén cantando villancicos disfrutando de familiares y amigos.

Con el año nuevo que empieza hago propósitos de iniciar una nueva vida que imagino preñada de nuevos proyectos, nuevas empresas, nuevos objetivos y nuevas metas; aunque muchas veces tales novedades suelen ser quiméricas y no seré capaz de realizarlas o llevarlas a cabo.

La mejor vida  nueva es mi vida antigua, despojada de muchos errores que mi soberbia me ha inspirado.

Volviendo la vista atrás, recuperando mis huellas, volviendo a andar el camino despojado de viejos errores. Y tal vez así lograré vivir una vida nueva.

Dice un refrán: de buenas intenciones está empedrado el camino del infierno.

Surca mi esperanza de llegar a tierra firme, a través de un banco de una densa bruma y mis pensamientos en busca de ese camino en que tanto tiempo llevo perdido.

La soledad me invade llenando de inquietud todo mi ser mientras el viento parece acariciar todo mi cuerpo.

Deseo que en un amanecer no muy lejano los rayos del sol calienten mi maltrecho cuerpo, todo entumecido y añorando tus caricias y besos.

Como la imaginación es prodigiosa, entre la espesa neblina me parece oir el vuelo de unas gaviotas, con lo que mi espíritu se alegra al imaginar que está próxima la tierra, lagrimones como puños corren por mis mejillas tan grandes que creo van hacerme surcos al lograr por fín encontrar un puerto seguro.

Después de esta travesía tan larga creo que esta extraordinaria experiencia me hará renacer a una vida nueva ya que tengo cargadas las pilas, estoy deseando desembarcar.

Con una amplia sonrisa, esquivando la rutina y las miradas esquivas y lleno de un corazón bondadoso y una alegría infinita huiré de las miradas amargas, huyendo de la soledad y disfrutando del amor de la familia y amigos recordaré la desesperanza y tantas horas vividas en la más completa soledad en la inmensidad del océano de mi imaginación y ese velero apunto de zozobrar con los embates del fuerte oleaje de mis pensamientos.

Las dudas y los miedos, las ingratitudes y sinsabores de los años vividos, pero como el Ave Fenix renaciendo de mis cenizas, resistiendo todas las tentaciones, alcance la inmortalidad a través de la resurrección, así como la esperanza que nunca debe dejar de acompañarme, allí donde quiera que vaya, todos estos recuerdos irán conmigo.

 

Cuando la luna se pone            Mi mundo es un bosque frio

sus zarcillos de coral                 mi mundo es algo vacío

las olas del mar bravío             como no sea contigo

rompen a llorar.                         no siento alivio.

 

De pronto aparece un arco iris multicolor, izo y desplego todo el velamen de mi velero, empieza a soplar un fuerte viento que me hace salir despegando del mar y me encuentro volando como si fuese en un globo y atravesando ríos, montes y quebradas, aterrizo en las cumbres de Gredos, discurriendo por sus caudalosas y frías gargantas, pobladas de truchas arco iris y asalmonadas que saltan alegremente por sus cristalinas aguas, las cabras montesas campean a sus anchas por sierras y hondonadas, rodeados de una vegetación espesa, abundante y tan bella que dan ganas de echar el ancla y muy despacito, donde pueden recrearse todos nuestros sentidos, pero aunque pretendo llevarlo a cabo, no consigo dominar mi barca, que parece quererme llevar a la deriva. Desembarcamos en el río Tiétar, en la comarca de la Vera Alta, en Villanueva de la Vera, donde encontré hace muchos años mis amores y donde tengo mi casa, a la cual voy con bastante frecuencia, ya que este lugar y todos sus alrededores son una verdadera gozada de donde el mismo Dios dijo que del jardín del Edén esta tierra es un Rincón del Paraíso.

 
No sé lo que tiene madre                      Villanueva de la Vera

esta comarca verata                               pueblo de la comarca verata

que todo el que viene a verla               blanquea en el horizonte

de su belleza queda prendada             como la flor de la jara.

 

El color de la primavera                          Villanueva de la Vera

en la comarca de la Vera                        Villanueva la Serrana

sentir el zumbido de las abejas             es una mata en el monte

al recolectar de las flores su néctar.    cuando sale la mañana.

 

Me gustaría ser el mejor de los cuentacuentos y arropado por la faldilla de la camilla, al calor del brasero de picón en el frio invierno, rodeado de hijos y nietos poder contarles historias y leyendas que recuerdo que cuando yo era pequeño me contaban mis padres y abuelos, y al oírlos parece que se me salían los ojos e las orbitas, de tantas maravillas y portentosas historias que nos contaban y unas veces con risas y otras asustados y con caras de miedo que íbamos poniendo dependiendo del relato que nos contaran.

En esta época del año era tradición en las casas contar historias de fantasmas alrededor del fuego, como este Cuento de Navidad que al escucharlo se me ponían los pelos de punta.

Cuento de Navidad con fantasma y moraleja final feliz.

Dice Alfredo Liñan Corrochano:  me hipnotizan los cuentos de Navidad. Acaramelados, musicales, jingle-bell, o-tannenbaum, ¡oh blanca Navidad!. Cuentos en los que los malos se hacen buenos, el espíritu de la Navidad se transforma en lucecitas y copos de nieve y el HoHoHo de Papá Noel me recuerda que debo escribir un cuento de Navidad con su moraleja y final feliz, en el que el terrible y sombrío Espíritu del Futuro muestra mi destino.

Es veintidós de diciembre, día del sorteo de la lotería, en que habrá nuevos millonarios como todos los años, pero a mí me ha tocado en suerte la aparición del fantasma de mi futuro, envuelto en ropas de siete colores, y son siete porque siete son las maldades que pienso realizar en este futuro tan cercano. Encapuchado y deslizándome como una sombra

chinesca, arrastrando una pesada y dura bola de hierro, como pesados y dolorosos serán los atroces pecados que voy a cometer, de esas bolas que les ponían a los presos peligros en las películas y comics.

El fantasma no tiene cara, me conduce por la senda de un bosque, donde vestido de cazador procedo a abatir a la mamá cierva de Bambi, dejándola huerfanita de por vida, también de un certero disparo mato a sangre fría a la Corza Blanca, privando a todos los cervatillos de su alegría y grata compañía.

Horrorizado salgo corriendo y abandono a mi hijo Pulgarcito y sus hermanitos en la espesura del bosque para que sean pasto de las fieras.

Corro que me las pelo, como si fuese aquel gato con botas, bribón, mentiroso, liante y aprovechado que disfrazado de marqués de Carabás chantajeo a los campesinos.

Le pido al fantasma que no deseo hacer más maldades, pero no me hace el más mínimo caso y me hace una señal para que le siga. Nos estamos acercando a los límites de Villanueva de la Vera y de pronto me veo convertido en el personaje del Peropalo, bandido asaltador de caminos y violador de las mujeres de esa villa y todo su entorno.

Al verme pasar por la plaza del pueblo, un tropel de gente profiriendo gritos y amenazas con palos y horcas me aprisiona y realizando un juicio rápido y sumarísimo, encontrándome culpable de tantas maldades y de otras que aprovechan para adjudicarme aunque no las haya cometido, soy condenado a morir descoyuntando mis huesos y finalmente quemado en la hoguera, eso es lo que pone la sentencia que me cuelgan del cuello y me pasean en un burro por las calles del pueblo, para mofa, escarnio y burla de todos los vecinos.

Y todo esto en vísperas de Navidad y como dice Fernando Pessoa en su obra La hora del diablo: soy el diablo, yo nunca he pretendido decir la verdad a nadie, en parte porque de nada sirve y en parte porque no la conozco. Creo que mi hermano mayor Dios todo poderoso tampoco la conoce.

Hay demasiadas cosas en la vida que derrotan a la inteligencia. Por ejemplo estas fiestas navideñas, debo ser creativo y avivar la inteligencia, aunque las historias cuanto menos se entiendan más funcionan.

Cuando más animado estaba el sueño voy y me despierto de esta terrible pesadilla y me rio de todo ello ya que:

Ni soy cazador y jamás he disparado un tiro en mi vida.

No soy el padre de Pulgarcito y sus hermanos, por lo tanto no los abandoné en la espesura del bosque.

No soy el marqués de Carabás , ni tengo gato, además soy alérgico a este animalito.

Lo del Peropalo es una paranoia más, coincide que son las fiestas que se celebran en Villanueva de la Vera durante los días del carnaval.

Y mucho menos soy el diablo ni cuenta que lo fundó, por lo que me rio de todo y me desternillo de la risa.

Por fin al despertarme y mirarme en el espejo veo finalmente la cara del fantasma reflejada en el cristal…..es mi propio rostro desencajado por la cantidad de cosas malas que se me pasaron por la cabeza que en un momento determinado llegué a creerme que iba a realizar, pero en un acto de arrepentimiento fui salvado y quedó solo en un maléfico sueño.

Hago balance y examino mi conciencia pensando en lo que he hecho durante este año.

Y como en años anteriores intentaré superarme y no preguntaré por los regalos. Eso lo dejo para los niños, que necesitan seguir creyendo en las ilusiones de este mundo.

Al final nos íbamos a dormir medio muertos de miedo y es que eran tantas las aventuras que narraban que muchas veces nos costaba llegar a creerlas, pero como las contaban tan serios, cualquiera los ponía en duda, las cosas de los mayores eran muy serias y debían ser ciertas, aunque yo creo en el fondo que unas eran inventadas y otras algo exageradas, pero de esta suerte pasábamos las crudas noches de invierno, otras veces desgranando maices de las panochas para alimento de los animales que teníamos en los corrales y que ayudaban en las tareas del campo.

Otras noches separando las piedrecitas y gorgojos que tenían las carillas o picando pan duro para hacer migas al día siguiente. Que lejanos y bellos recuerdos de mi tierna infancia que puede que no vuelvan, ya que ahora peino canas y finalmente voy a ser abuelo a mis sesenta y tantos abriles.

Creo que el próximo viaje lo voy a realizar en globo y viajaré a través de las nubes y en los espacios etéreos y rodeado de variedad de aves surcaré los cielos y desde aquí arriba divisaré más claramente todo lo que en la tierra esté ocurriendo.

Y al lado de Superman, Spiderman y todos mis héroes voladores, arropado y teniéndolos por guardaespaldas me sentiré más seguro con todos ellos.

Cantaré realidades y sueños y muchas historias cargadas de mucho sentimiento.

 

Me gusta la primavera

sus colores y sus flores

y tenerte yo a mi vera

y los besos de tu boca

a mí me quitan las penas.

 

Vente, vente tu conmigo

vente, vente y ya verás

tengo una casita blanca

en medio del olivar.

 

Entre flores y olivares

tengo mi blanca paloma,

mi casita es un lucero

le da el sol cuando se asoma

y el cantar de los jilgueros.

 

Como errante peregrino

abrir mis alas al viento

mis cantares llevo dentro

y brotan de mi garganta

historias de sentimiento.

 

Este cante tan flamenco es como el cantar de los jilgueros, me gusta más que el sonido de la lluvia  cuando moja los romeros.

La letra de esta canción que cantaba mi padre Cuartillo, al recordarla en estos momentos me hace llorar de emoción.

Recuerdos y añoranzas tiernas y bellas épocas pasadas que en estas fechas navideñas al recordarlas me pongo a llorar como un desconsolado muchacho.

Cuartillo era mucho Cuarto más grande que el Piyayo gitano, que cantaba por Farina con los días de feria y en la romería.

Eras la alegría de la huerta y punto de unión de la familia, a tu lado nunca había penas y eras el orgullo de Zarza de Granadilla.

Van dedicadas estas letras para ese Piyayo zarceño, que se fue de gira algún lugar inconcreto por la infinidad del universo.

Pero que gran padre, buen amigo y maestro...es que este Cuartillo es eterno......cuanto te echo de menos.....deseo que sigas dando buenos capotazos y mejores cantes por todos los lugares del universo. Un fuerte abrazo y muchos besos...sabes padre mío que siempre te llevo muy dentro.

Pasaron los festejos navideños y hasta los Reyes Magos han recorrido todas las ciudades, aldeas y pueblos repartiendo ilusiones, juguetes y realizando los sueños de grandes y pequeños, que gozada de verlos a

todos sonriendo tan contentos, y yo sigo navegando allén de los mares

por un rumbo incierto.

Solo acompañado del viento que a mi oído susurra su triste lamento y mi mente navega como nave perdida en la tormenta, sin rumbo ni faro que me guie a un seguro puerto. De mi interior sale un grito que es como un grave lamento deseando seguir luchando contra viento y marea y procurando no perecer en el intento.

Dicen que los hombres no lloran, pero yo a solas, en la inmensidad de este gran silencio, lloro sin descanso y lamento mi desconsuelo ante tantas turbulencias de  mis pensamientos y es que no soy capaz de ver el final de todo esto.

La imaginación es desbordante y supera a la realidad de los hechos, donde hay una ligera brisa yo creo que es todo un huracán completo. Donde hay una calma chicha, yo imagino que me balanceo.

Donde hay unas pequeñas sardinas creo ver tiburones por cientos, y donde apenas existe una ligera neblina yo lo veo todo oscuro y negro como si fuese la boca del infierno.

Donde hay unas nubecillas yo creo ver unos nubarrones que presagian un fuerte aguacero.

¿ Ficción o realidad?  Posiblemente si alguna vez logro despertar todo habrá sido producto de mi imaginación, de una cruel pesadilla que vino a visitarme en mis sueños.

Pero de momento así son las cosas y así se los estoy contando, sin quitar ni poner, solo contaré en cada instante lo que me vaya sucediendo y luego juzguen ustedes si son realidades o desvaríos de este aspirante a escribidor zarceño.

No quisiera que al final me pasara como a ese ilustre manchego, el de la triste figura, más conocido por Don Quijote de la Mancha que junto a Sancho, su fiel escudero, que confundía gigantes por aquellos molinos y así quedo tullido y dolorido todos sus huesos de los golpes recibidos por aquellas aspas que movía violentamente el viento.

Después de leer tantos libros llega uno a perder hasta el intelecto y metiéndose en la piel de los protagonistas soy capaz de dejar mi pellica de por medio.

Ay dolor ya me volviste a dar aquí y en el mismo lugar. Con el atardecer me iré de aquí, me iré sin ti, me alejaré de aquí, como un dolor dentro de mí, te juro corazón que no es falta de amor, pero es mejor así, un día comprenderás que lo hice por tu bien, que todo fue por ti.

La barca en que me iré lleva una cruz de olvido, lleva una cruz de amor, en esa cruz sin ti me moriré de hastío.

Yo sé que sufriré y mi nave cruzará un mar de soledad, adiós, adiós mi amor, recuerda que te amé que siempre te amaré. ( Chavela Vargas ).

En un veintiocho de diciembre, día de inocentes comencé esta larga travesía y como escribía en su diario Ana Frank escondida en su oculto refugio, así me ha ocurrido a mí encerrado en las paredes de mi despacho y mirando a través de la ventana, veo pasar realidades y ficciones que voy escribiendo a donde me lleve este barquito velero, del uno a otro confín, recorriendo los recovecos de los estados de ánimo y las turbulencias de mi calenturienta imaginación.

Y como de poetas y locos todos tenemos un poco, yo que soy un modesto aspirante a escribidor, algo de los rasgos de esta bendita locura se me pegará.

Como si fuese una droga dura inyectada directamente en vena, seguiré escribiendo letras, unas veces en prosa y otras en versos de poemas, denunciaré todas las cosas que creo sean injustas y como paladín al igual que el de la triste figura, con lanza en ristre lucharé fieramente para defender a mi amada doncella Dulcinea.

De Quijotes y Sanchos está el mundo lleno, Alonso Quijano al que sus vecinos llamaban el bueno, un hombre que influido por la moda de su tiempo, lee todos las novelas de caballería que circulan por el mundo literario, hasta el punto de perder el juicio porque el insomnio le daña el cerebro.

Su amada Dulcinea es la real Aldonza Lorenzo, criada a la que él ha idealizado.

Con unas armas absurdas y su caballo Rocinante sale por los campos de Montiél haciéndose armar caballero en un mesón para regocijo de las mozas y el mesonero.

Con su fiel escudero Sancho va recorriendo mil aventuras para regocijo de todos los lectores que lo vamos leyendo.

Al final Don Quijote es derrotado por el caballero de la Luna Blanca, que no es otro que Sansón Carrasco, amigo del protagonista y que le impone como castigo al haber perdido la lucha el regresar a su tierra. Así lo hace y derrotado y enfermo muere no sin antes recobrar la cordura.

Mis manos en las sombras de la noche, en este mar de turbulencias, tejieron mil ensueños con formas, versos y melodías.

Las ansias esperan y en horas sombrías vienen las melancolías que las experiencias me dejan.

Aun así los días me enseñan que el dolor no es duradero ni la dicha es eterna, me muestran que el amor es verdadero y es el único camino hacia mi paz interna.

Mi pretensión primera es poder llegar a buen puerto, atracando mis calenturientos pensamientos y dar por finalizada esta dura travesía naval.

Y para pasar tantos ratos de soledad me quedo ligeramente traspuesto recordando o imaginando un relato inspirado en un parque de atracciones abandonado.

Hoy voy de visita a uno de los mayores parques de atracciones del mundo de mis sueños, es un recinto amurallado como si se tratase de una fortaleza de la edad media.

Al llegar a él compruebo que el paso de los años ha ido dejando escenarios misteriosos, donde el silencio solo se rompe con el sonido que produce el aire al chocar con los hierros de las viejas estructuras olvidadas por el tiempo.

Para mi este fantasmagórico parque que existe dentro de mi imaginación me produce terribles escalofríos solo de pensar que pudieran llegar a ser ciertos los hechos ocurridos que se me vienen a la cabeza
 
Rodeado de historias de misterios guardan todas y cada una de sus atracciones, desde la mayor montaña rusa del mundo, hasta la noria gigantesca y el resto de las atracciones.

Mi imaginación vuela en mi interior y creo recordar que este parque dejó de funcionar por falta de inversión y al no poder renovar y modernizar las maquinas empezaron a ocurrir accidente inesperados que obligaron al cierre de sus instalaciones.

Para los amantes del misterio le contaré que este parque de atracciones guarda el secreto de sucesos paranormales, como el de la desaparición de un menor de edad que se encontraba en la montaña rusa. Cuando finalizó el recorrido, el joven no estaba en el vagón, nunca nadie volvió a verle. Desapareció entre la niebla cuando los raíles del tren pasaban por un bosque donde antiguamente había un cementerio. Todo contribuye a alimentar la leyenda que ni la policía ni los dueños del parque pudieron explicar.

Un frio glaciar se apodera de todo mi ser cuando atravieso el campo donde sigue instalado este parque de atracciones abandonado y un escalofrío recorre todo mi cuerpo al notar que una mano por detrás se posa en mi hombro, me doy la vuelta y no veo a nadie pero escucho como un alarido que procede de la parte de donde dicen que existió el cementerio y salgo corriendo como alma que lleva el diablo.

Recuerdo que de pequeño montaba en todas sus atracciones y me divertía y disfrutaba como un enano, pero ahora que no alcanzo a comprender si todo esto habrá sido realidad o producto de m i imaginación, de lo único que tengo certeza es de que los misterios me siguen dando mucho temor a pesar de que ya han pasado muchos años de todo esto.

Un aire gélido y una densa niebla empieza a apoderarse de todo el recinto y a lo lejos empiezo a escuchar la música y el ruido de todas las atracciones como si se estuviesen poniendo en movimiento.

En éstos momentos , sobresaltado me despierto y compruebo que nuevamente todo es un sueño pero que se repite con bastante frecuencia ¡lo habré vividos en otras vidas! Y habrá sido realmente cierto.

Después de ésta larga travesía he llegado a la conclusión que todo lo bueno de la vida se lo debo al miedo a la muerte. Y todo lo malo al exceso de buena vida.

Creo que en el futuro todo será distinto. Mientras la vida era corta los humanos la malgastábamos en bagatelas. Cuando los humanos del porvenir vivan el doble, la vida será lo más precioso y no querrán desperdiciarla ni ponerla en peligro por nada del mundo. Cambiará la mentalidad y desaparecerán la prisa y el estrés. Nadie sentirá la angustia de la falta de tiempo. Cualquier tarea se postergará al límite. Ser un vividor ocioso será lo natural, del mismo modo que hoy es heroísmo mal recompensado. Nadie podrá ser otra cosa teniendo todo el tiempo a su disposición. El aburrimiento habrá sido abolido junto a la diversión. La intensidad de los minutos en fuga será olvidada en favor de una vivencia serena y desapasionada.

La vida actual comienza como una carrera de velocidad y a mitad de recorrido, para los que siguen en pie, se convierte en una prueba de resistencia. En ese dichoso mañana que la ciencia nos promete, la vida se parecerá a un maratón ralentizado.

Seremos como dioses, sí, pero el tedio de la prórroga interminable puede ser mortal para los inmortales. Y cuando estemos de verdad cansados de nosotros mismos, potentes ordenadores se harán cargo de todo. Ya no tendremos que preocuparnos ni de la supervivencia.

Después de esta alocada carrera de galgos, a través de todos los océanos del planeta, un duelo a cara de perro entre dos de los marinos más duros del mundo: yo y mi circunstancia.

Mi barco velero durante días cabalgando temporales salvajes. Como se fuese una regata vuelta al mundo en solitario y sin escalas, uno de esos desafíos que demuestran que algunos seres humanos estamos modelados con una pasta especial.

Hombre y velero deben lidiar con eternas noches de vigilia en los mares más inhóspitos y hostiles del planeta, apenas acompañados por los planeos de otros solitarios majestuosos, los gigantescos albatros. Se enfrentan a mares formados y a olas montañosas que han recorrido, sin freno, todos los océanos hasta convertirse en gigantescas pirámides de agua y espuma que arrugan el ánimo del más valiente.

La disputa, además, es una nueva entrega de una contienda antigua por dilucidar cuál de los dos es mejor navegante, si mi: yo o mi razón de ser.

Aunque tengo el timón en malas condiciones. Cuando va rápido, el barco es difícil de controlar. He tenido varias trasluchas al coronar las olas con el velero.

Es algo preocupante. Pero prometo que lucharé hasta el final.

Un barco ciego, pegando bandazos en mitad del temporal. Una marejada, todo se dilucidará en un sprint final.

Una vez finalizado el día de los Reyes de Oriente, como si fuese un espléndido regalo y por eso mis deseos los plasmo por escrito para que puedan realizarse, ya que los Reyes son Magos pero no adivinos.

He llegado a comprender que he cubierto dos ciclos existenciales, el primero de niño, inmerso en mi claro amanecer al despertar a la vida, el segundo de mayor soñando atardeceres de luces que se apagan prendidas en los alfileres de lo vivido.

A todo esto dando un largo paseo por la arena de la playa y a lo lejos donde se pierde la vista, en la inmensidad del océano, acompañado con mi soledad, que en ocasiones es la mejor compañera, recordando y aprendiendo del pasado deseo seguir teniendo y viviendo con intensidad unas experiencias nuevas.

Y es que la lejanía une mar y cielo como si se fundiese lo efímero con lo eterno.

Lo digo desde el puerto: el mar, la mar ¡Y Dios en la última playa ¡

Creo que esta larga travesía es parte de mis memorias, es un relato de mi vida personal y que como testimonio quiero quedar reflejado en este libro.

Un viaje en barco sin rumbo cierto es, la autobiografía de un aspirante a escribidor, de alguien que en muy diversas y aún adversas circunstancias ha pretendido ser esa cosa un tanto extraña que se llama poeta. Una vida itinerante que no reivindica más raíces que los buenos libros o el arte, que por sí solos justifican la existencia, la compañía de mis amores, el trato y  la complicidad, no exenta de humor, con ciertos autores que me han servido como fuente de inspiración.

Las páginas de este libro rememoran momentos de plenitud y derrota, avatares y pasiones, en la vida de un aspirante a escribidor de nuestro tiempo.

El despertar a estas inquietudes literarias, el enfrentamiento contra tantas injusticias, la dedicación a la poesía y el homenaje a tantos seres queridos

que han desaparecido.

Todos ellos, jalonados de una trayectoria entregada a la literatura, y en la que lecturas y viajes, poetas y ciudades, forman el escenario privilegiado de la memoria.

Soy un hombre que como, bebo y respiro literatura, con mi afilada pluma lucho con honradez y entrega plena, en defensa de los desvalidos, de sus pueblos y de sus gentes. Valiente y osado defensor, como otros muchos perseguido por mis enemigos.

He llegado con un envidiable bagaje y con una vida llena de logros y de realizaciones al servicio de las letras y sus espacios humanos.

Me gustaría ser recordado como un hombre bueno, comprometido con mi Extremadura y con la sociedad.

No soy ningún líder, soy laico pero respeto a todo el mundo, un ciudadano normal que de vez en cuando emito mis opiniones unas veces serán erróneas y otras acertadas.

Alguien dijo que los poetas somos magos que juntamos las palabras para que los sentimientos invisibles se puedan tocar con los dedos del alma.
 
 
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